"Nosotros tenemos los jugadores más difíciles, desde los rusos, los mexicanos y las de Coca", le dijo un vendedor de cartitas Panini a un joven de 15 años. El comerciante le vendió cinco estampas en 20 pesos y se las entregó en una bolsa chica de plástico. Cuando él llegó a su casa se dio cuenta que eran piratas.Los amantes de la piratería no perdonaron a Panini y en Guadalajara se pueden encontrar las tarjetas de cualquier jugador, y es que falta menos de un mes para que inicie la Copa del Mundo Rusia 2018 y los aficionados quieren completar su álbum y tener cualquier recuerdo de la gran fiesta del futbol internacional.Desde que salió a la venta el álbum Panini, en marzo de este año, hubo muchas quejas respecto al precio de cada sobre, pues cuestan el doble que el Mundial pasado. Aun así ha sido un éxito y los fanáticos han organizado desde intercambios masivos hasta la compra- venta de forma individual para llenar el libro coleccionable.A simple vista, las cartas piratas no son muy distintas a las originales, sin embargo te puedes dar cuenta de la falsedad si en el reverso no cuentan con el número de posición que tiene la estampa en el álbum. Esto se debe a que los vendedores imprimen grandes cantidades de hojas con el mismo diseño para ahorrarse tiempo y dinero.Aparte de la calidad del papel, las estampillas piratas son más opacas y además tienen errores en la información sobre el jugador, por ejemplo, con el mexicano Miguel Layún, en la original señala que pesa 71 kilos y juega con el Sevilla FC mientras que en la pirata dice que pesa 64 kilos y pertenece al FC Porto.El Artículo 424 del Código Penal Federal establece penas de tres a 10 años de prisión y multas de dos a 20 mil días de salario mínimo a quien produzca, reproduzca, introduzca al país, almacene, transporte, distribuya, venda o arriende copias de obras, fonogramas, videogramas o libros protegidos por la Ley Federal del Derecho de Autor sin autorización.JB