Engorroso en algunos momentos, pero excepcionalmente divertido en otros, el draft de la NFL llegó a su fin sin mayores fallas técnicas pese a constituirse como una ambiciosa videoconferencia, y con un domino abrumador de la Conferencia del Sureste (SEC).De hecho, esa organización bien podría simplemente tomar sus mejores jugadores y convertirse en parte de la NFL.El circuito, donde juegan el campeón vigente LSU así como las potencias Alabama, Georgia y Auburn, dominó las primeras cuatro rondas del draft, en las que se recluta el mayor talento. En total, 67 jugadores de esta Conferencia fueron tomados.En realidad fueron 13 los equipos, pues los clubes profesionales no escogieron a un solo integrante de Ole Miss. LSU vio reclutados en cambio a 14 de sus estudiantes, seguida por Alabama con nueve.“Pienso que es realmente fácil ver esto, cuando hay tantos jugadores reclutados de la SEC... pero hay grandes jugadores en todas las conferencias. Es sólo que uno no tiene que mirar tan lejos para ver a estos enfrentar a otros jugadores realmente talentosos”, dijo Mike Vrabel, entrenador de los Titans de Tennessee.Casi todos los equipos de la NFL tendrán a un Tiger de LSU o a un integrante de la Crimson Tide de Alabama en su nómina la próxima semana.Y a medida que transcurrió el tercer día de este inusitado Draft a distancia por la pandemia de coronavirus, quedó claro que resultaron exageradas las preocupaciones sobre posibles problemas con la comunicación.El draft salió adelante, tal como quería el comisionado de la NFL Roger Goodell.Día movido en San FranciscoAyer, los 49ers de San Francisco adquirieron vía canje al tackle Trent Williams, proveniente de los Redskins de Washington, quien sustituirá a Joe Staley, quien anunciara ayer su retiro. En otro movimiento, San Francisco envió al corredor Matt Breida a los Dolphins de Miami, que cedieron una selección de quinta ronda, que se convirtió en el tackle Colton McKivitz.