A falta de que se llegue a una resolución final durante la próxima semana, ahora mismo Jessica Salazar vive horas de incertidumbre, pues a pesar de que es la mejor pedalista del país y una de las mejores del mundo, la Federación Mexicana de Ciclismo (FMC) y el Comité Olímpico Mexicano (COM) han decidido prescindir de ella para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.Esta situación ha causado revuelo, sin embargo no es una novedad que las autoridades deportivas del país le jueguen malas jugadas a los mejores atletas de México, pues injusticias de esta magnitud las hemos visto en diferentes exponentes y diversas disciplinas.Previo a Londres 2012, la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD) dio una noticia que sorprendió a propios y extraños, pues contra todo pronóstico bajó de los Juegos Olímpicos a Damián Villa y a su compañero Idulio Islas, dos de los mejores representantes del país en aquel entonces y ambos medallistas mundiales en 2009.La Federación aseguró que los dejó fuera debido a temas de indisciplina, pero los atletas negaron toda acusación e incluso Villa dejó de representar a México en la búsqueda de cumplir su sueño olímpico.Posteriormente, en 2018, se convirtió en atleta de Estados Unidos. Uno de los puntos más altos en la carrera de Adriana Jiménez fue cuando consiguió su boleto a los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 con apenas 19 años, sin embargo la joven clavadista no asistió a esa justa veraniega por una polémica decisión de la Federación Mexicana de Natación (FMN).Sin mucha claridad en los criterios para definir a la selección de clavados, la FMN se basó en los resultados de una Copa del Mundo en la que Adriana quedó quinta, y sin tomar en consideración que ella había ganado el boleto, al final la dejaron fuera de la delegación mexicana.Este es el caso más sonado de los tres, pues Paola Pliego se quedó fuera de Río 2016 debido a un doping fraudulento que se realizó dentro de uno de los laboratorios de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).Tiempo después, ese control antidopaje perdió toda validez ante instituciones internacionales como la WADA, pero el daño ya estaba hecho y la decepción fue tal que Paola decidió dejar de representar a México para convertirse en atleta de Uzbekistán.MF
