Terrell Owens llegó portando un traje que tenía estampados numerosos logotipos del Salón de la Fama. Luego se cambió el saco, para ceñirse el de color dorado que suele entregarse a los nuevos miembros del recinto.Pero todo ello ocurrió a 960 kilómetros de Canton, Ohio, donde otros siete nuevos miembros del Salón de la Fama fueron exaltados. Owens prefirió una ceremonia para él solo, en la Universidad de Tennessee en Chattanooga.El ex jugador dejó claro por qué eligió ingresar al Salón de la Fama en Chattanoooga en vez de estar en Ohio.“Es mi decisión estar aquí hoy, he elegido no vivir lamentándome. Dejaré un legado eterno en este mundo”.Owens dedicó parte de su discurso de unos 39 minutos para dar más detalles sobre su decisión.“Todo se debió meramente al hecho de que los periodistas deportivos no están alineados con la misión ni con los valores centrales del Salón de la fama.“Estos periodistas no le han prestado atención al sistema, a los criterios ni a las reglas por las que son elegidos los jugadores. Tampoco, finalmente, al significado verdadero del Salón de la Fama y de lo que representa”.Owens es segundo en la historia de la NFL, con 15 mil 934 yardas por aire, y tercero, con 153 recepciones para touchdown.