Con cierto aire de nostalgia y con sabor a despedida, el último baile entre Rafael Nadal y Novak Djokovic, en el majestuoso The Venue de Riad, sin nada en juego, de exhibición, cayó, como de alguna forma se esperaba, del lado del serbio, subsistente aún al empuje de las nuevas generaciones.No está en esa situación siquiera Rafael Nadal, superado por 6-2 y 7-6(5) en una hora y media en su última salida a una cancha de tenis fuera de España. La próxima vez, su despedida, será en Málaga, en las Finales de la Copa Davis de noviembre.Mientras, el balear, lejos ya desde hace algún tiempo de la lucha por los éxitos que tantas veces engrandecieron su leyenda, pretende acumular horas de pista, días de juego para llegar a su punto y final a la altura de la exigencia de una gran competición como la Davis, que ha ganado en cinco ocasiones. El español no ha llegado a los veinte partidos en este 2024. Su último compromiso antes de Riad fue el pasado 29 de julio, en los Juegos de París, ante Djokovic. Y previamente, únicamente seis torneos, con cierta continuidad solo en Bastad, donde jugó la final. Escaso recorrido. Sobre todo, después de un 2023 en blanco a causa de las lesiones. Nada que ver con el rodaje que acumula su rival.Al final del partido, Djokovic destacó que lo vivido con Nadal había supuesto para él “un auténtico honor”. “Hemos vivido muchos partidos durante muchos años, muchas veces. No te retires, quédate un poco más”, dijo. “Dejas un legado increíble. Muchas gracias por todo lo que has dado y que dejas en el mundo del tenis”“Has sido un rival espectacular que me ayudó a superar mis límites durante quince años. Gracias porque sin eso no hubiera sido el jugador que ahora soy”, dijo por su parte Nadal. CT