Es hora de decirle adiós a las especulaciones. Hoy, a las 17:30 horas en el césped del Raymond James Stadium, Tampa Bay Buccaneers se verán las caras con los actuales campeones de la NFL, Kansas City Chiefs.Por un lado, está la sabiduría y la experiencia que solamente un hombre que sumará hoy su décima participación en el Super Bowl puede brindar. Tom Brady sigue rompiendo récords y mitos que parecían imposibles de superar. En su primer año con el equipo de la bahía, Brady se ha sacudido por completo la sombra de su antiguo entrenador y ha demostrado que el talento y la habilidad son sólo suyos. Esta tarde, Brady buscará levantar por séptima ocasión el trofeo Vince Lombardi y además hacer historia ganando en casa, pero sus rivales no se lo harán fácil.Del otro lado está la juventud y el ímpetu. Aquel al que algunos llaman el “futuro” de la NFL, busca demostrar que en realidad es el presente. Un motivado Patrick Mahomes quiere repetir la hazaña que logró el año pasado en Miami y coronarse por segundo año consecutivo.A pesar de que toda la atención parece centrarse en el enfrentamiento entre los mariscales de campo, hay otros duelos que son los que al final podrían marcar el rumbo de esta historia.Con la potencia en el brazo de Mahomes, la capacidad de recepción de Hill y Kelce, la velocidad de Edwards-Helaire y Bell e incluso la del mismo quarterback que sabe jugar bien fuera de su bolsa de protección, lo que logre la defensa de los Bucs para detenerlo será fundamental.El linebacker, Jason Pierre-Paul será el hombre a detener, siendo el líder de capturas de Tampa Bay con 9.5 en temporada y otras dos en la postemporada. Su enfrentamiento directo será con el tacle ofensivo, Mike Remmers.Remmers llegará al juego más importante de la temporada para sustituir a Eric Fisher quien sufrió una lesión en el tendón de aquiles.Travis Kelce, el objetivo favorito de Mahomes, llegó a 105 recepciones y mil 416 yardas en la temporada regular. La labor de contenerlo no será sencilla, pero los Bucs hicieron un buen trabajo cuando se enfrentaron en la semana 12. Será Lavonte David quién tenga la responsabilidad de evitar que tenga éxito.La defensiva de los Chiefs tampoco tendrá una tarea sencilla.Después de las tres intercepciones consecutivas que sufrió Brady ante los Packers, en la final de conferencia, una de las mejores opciones de los Buccaneers para cuidar el balón será correr.Leonard Fournette será clave en ese caso, pues tan solo en postemporada tiene 211 yardas y dos touchdowns. Detener a este hombre será tarea de Anthony Hitchens. Un arma secreta de los Chiefs de Kansas City no estará dentro del campo, pero sabe cómo detener a Tom Brady. Se trata de Steve Spagnuolo, coordinador defensivo de los Chiefs y uno de los principales responsables de detener al quarterback en aquel Super Bowl XLII al que llegaba invicto.Tom Brady aún recuerda esa derrota y la considera una de las más dolorosas de su carrera. Spagnuolo tendrá la oportunidad de repetir esa hazaña. Entre las muchas cosas por las que se recordará esta temporada de la NFL, una de ellas será por los cambios que en todos los estadios se tuvieron que hacer debido a la pandemia provocada por el COVID-19.El Raymond James Stadium no lucirá repleto y sólo tendrá a 25 mil aficionados de los cuales, siete mil 500 serán trabajadores de la salud que ya han sido vacunados.Esta es la primera vez en la historia de los 55 años del Super Bowl en que un equipo recibe y juega el partido más importante de la temporada y sus aficionados no podrán abarrotar el inmueble para apoyarlos.A su ingreso, los espectadores recibirán un paquete que contendrá un cubrebocas, gel antibacterial, guantes y un protocolo de seguridad impreso para recordar a los aficionados las medidas que deberán de seguir para reducir las posibilidades de contagio.En esta edición a la prensa acreditada se le redujo el acceso al estadio y todas las ruedas de prensa se han realizado vía remota.Otro hecho inédito es que por primera vez en este Super Bowl no se aceptará pago en efectivo. Todas las compras deberán hacerse con tarjeta o por medios digitales. Para los aficionados que no tengan esa opción, se instalarán “cajeros automáticos” donde podrán comprar tarjetas de prepago, cuyo valor mínimo será de 500 dólares y así para evitar el contacto entre los vendedores y los clientes.JL