Separados por una corta distancia geográfica y seis títulos de Super Bowl, los Steelers de Pittsburgh y los Browns de Cleveland mantienen una ancestral y acérrima rivalidad, que en años recientes ha dejado de ser desigual y se ha vuelto un poco más competitiva. Pero el desprecio no merma.“Es un partido importante. Son los Browns contra los Steelers”, dijo el corredor de Cleveland Kareem Hunt, quien está por recibir por primera vez una probadita en el campo de la rivalidad que existe desde hace mucho entre estos dos equipos. “He estado mirando esto toda mi vida”.Se medirán hoy por la noche, en el juego 135 entre ambos, renovando su profundo desdén mutuo frente a una audiencia nacional televisiva en lo que han sido temporadas inesperadas para ambos clubes.Los Steelers mantienen a flote su campaña. Cleveland todavía tiene trabajo por hacer.Ya sin margen para el error debido a una serie de penalizaciones, balones perdidos y jugadas cuestionables del entrenador novato Freddie Kitchens en varias derrotas decepcionantes al principio de la temporada, los Browns (3-6) intentarán mantener vivas sus tenues esperanzas de avanzar a los Playoffs al enfrentar a los Steelers (5-4).Mientras tanto, Pittsburgh recurrió a toda su jerarquía de ex campeones para reagruparse después de la partida de Le’Veon Bell y Antonio Brown y luego de perder al quarterback Ben Roethlisberger en la segunda semana de la temporada debido a una lesión. Encabezado por una defensa que se ha destacado por hacer que los rivales pierdan balones, los Steelers han dejado atrás un arranque de 1-4 en la temporada.Los Steelers ocupan el segundo lugar en la Liga en robos de balón, con 26, la mayor cantidad para un equipo de Pittsburgh luego de nueve partidos de la temporada desde 1987.Durante su racha de victorias, los Steelers han obligado a 14 pérdidas de balón, y el profunfo Minkah Fitzpatrick ha devuelto dos para touchdown, luego de llegar a Pittsburgh en un canje con Miami; ya lleva cinco intercepciones y un fumble recuperado en siete encuentros.