“Fueron jornadas bastante difíciles porque hubo mucha cabalgata, tocó caminar demasiado, subir y bajar muchas montañas buscando la manera de que me tuvieran seguro”.Así recordó sus 12 días de secuestro el padre del futbolista Luis Díaz en su primera conferencia de prensa, ayer desde su casa familiar en Barrancas, un pequeño pueblo al noreste de Colombia donde fue secuestrado y al que regresó el jueves tras ser liberado por la guerrilla Ejército de Liberación Nacional.Las caminatas en la Serranía, una zona de cadenas montañosas donde por décadas han tenido presencia grupos armados, se extendieron hasta por 12 horas.“Lo que sí sé es que estaba lejos de La Guajira ... De eso sí estoy seguro, que estuve cerca, muy cerca a la frontera (con Venezuela)”, relató Luis Manuel Díaz Jiménez, padre del futbolista de la Selección Colombia y del club inglés Liverpool.Según Díaz Jiménez, la guerrilla no exigió dinero a su familia para liberarlo y en cautiverio le dijeron que “estuviera tranquilo que pues a mí no me iba a pasar nada, sabiendo ellos que yo era una persona muy humilde y querida en mi pueblo por la labor que hago”, dijo en referencia a la escuela de futbol que lidera.Pese a su secuestro, Díaz Jiménez dijo apoyar que los diálogos con la guerrilla continúen y abogó por la libertad de todos los secuestrados para que como él regresen al seno de su familia.