Un año ha transcurrido desde que Matías Almeyda se fue de Chivas y desde entonces pareciera que el tiempo se ha detenido. Tanto para el argentino, como para el Rebaño.Esto porque el Guadalajara no ha vuelto a ser exitoso, es más, medianamente competitivo. Matías tampoco.Las Chivas se encuentran exactamente como el argentino las tomó en 2015, es decir, con problemas de descenso y lejos del protagonismo.Matías Jesús, por su parte, languidece con su equipo, el San José Earthquakes, en la parte baja de la tabla de la Conferencia Oeste de la MLS, tratando de recuperarse de un pésimo arranque de campeonato.Un año pues, ha pasado del rompimiento entre Chivas y el técnico más exitoso en la Era Vergara.Un testigo de todo ese proceso final, Francisco Gabriel de Anda, recuerda esos días complicados en Verde Valle. “Yo llegué en una situación complicada y que además yo tenía muy clara, no me sorprendió en lo absoluto”, dice de entrada quien fuera director deportivo del Guadalajara en la última etapa de Almeyda como timonel del Rebaño.“Había un rompimiento entre la parte directiva y Matías Almeyda, yo te diría que hasta personal entre Matías y José Luis Higuera. Ése fue un tema profesional que se hizo personal y que al final terminó afectando a la institución”, recuerda Gabriel de Anda en charla con esta casa editorial.“A mí lo que me pidió el señor Jorge Vergara fue ser campeones de Concacaf, me dijo ‘la Liga ya no se puede, las cosas están mal, está muy desgastada la relación con Matías y lo que yo quiero es ir al Mundial de Clubes’. Cuando yo llegué el equipo no había ganado un solo partido y era la Fecha 9. Había un rompimiento claro con el vestidor. Yo me avoqué a trabajar con Matías y a generar un vínculo importante con él y a partir de ahí creo que él también se fortaleció y el equipo logró un objetivo muy importante que era conseguir el boleto al Mundial de Clubes”.El ahora comentarista de televisión tiene muy clara su descripción de Matías Almeyda y no vacila al afirmar. “Tengo una grata impresión de él, fue una persona que hizo cosas importantes con Chivas, que le dio títulos, que le dio alegría a la afición y después algo sucedió porque está claro que el rendimiento bajó. Tuvo dos torneos muy malos, me parece que no se siguió trabajando igual, esto último en una apreciación personal. Él es una gran persona y recordado muy bien por toda la gente del Guadalajara”.- ¿Por qué decidiste comprometer tu trabajo al condicionar la estadía de Almeyda para continuar en tu cargo?- No dependo de nadie para aceptar un puesto o renunciar. Lo que sucede es que yo vi que estaba en medio de un problema muy grande, relaciones que estaban afectando a la institución y yo en medio sin poder tomar decisiones. Por un lado yo hablé con Matías, no había manera de resolver este tema, luego a mí me cruzaron en una información y me exhibieron, entonces ahí fue donde yo decidí hacerme a un lado porque no había las condiciones razonables mínimas para trabajar.Antes de que saliera Matías Almeyda de Chivas, la directiva comenzó a desprenderse de varios de los campeones de 2017. Salieron los Rodolfos, Cota y Pizarro, además de Edwin Hernández, José Juan Vázquez y Oswaldo Alanís. A la salida de Matías se fueron Orbelín Pineda, entre otros.Ciertamente el último año de Almeyda fue desastroso, pero su salida tampoco fue la solución a los problemas de competitividad del Rebaño. No han clasificado a la Liguilla en las dos campañas sin Matías, no han pasado de Cuartos de Final en la Copa MX, además de un ridículo monumental en el Mundial de Clubes donde fueron últimos.El Estadio Akron, que cada 15 días registraba grandes entradas para ver a las Chivas de Almeyda, ha bajado de manera considerable sus asistencias en el último año. El Rebaño dejó de ser un imán de taquilla también fuera de su casa, donde por ejemplo, no logró llenar el Estadio de Lobos BUAP el torneo anterior.