El técnico más laureado de la prestigiosa Liga de Campeones, con cuatro conquistas, el italiano Carlo Ancelotti, se convertirá en el Etihad Stadium en el que más partidos ha dirigido en la competición, superando a una leyenda como Alex Ferguson para engrandecer la propia en uno de esos días, con Pep Guardiola como rival, en los que demostrar sus virtudes tácticas. Por momentos se pudo perfilar la visita al Manchester City en la vuelta de semifinales de 'Champions' como el último partido de Ancelotti. En el Real Madrid y en una competición en la que deja un legado imborrable. Un techo en logros y partidos a alcanzar por los técnicos más jóvenes que siguen los pasos de un caballero del futbol del que nadie pronuncia una mala palabra y con más virtudes tácticas de las que se le valoran. Era el examen que parecía obligado a superar Ancelotti. Con la exigencia máxima que conlleva un banquillo como el del Real Madrid. La mala Liga completada por el equipo blanco dejaba en un tercer plano dos títulos considerados menores como la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes. Tampoco ayudó la inferioridad mostrada ante el Barcelona en la final de la Supercopa de España. La falta de hambre de un grupo ganador en el regreso a un recuerdo reciente con Zinedine Zidane en el banquillo. Con el interés de la selección brasileña de trasfondo, las continuas preguntas en las comparecencias de Ancelotti sobre su futuro y la falta de una voz autorizada del club que asegurara públicamente que se iba a respetar su contrato, hasta junio de 2024, la historia fue tomando vuelo hasta el punto de que el técnico italiano debía ganar la Copa del Rey y dejar buena imagen ante el City o el del Etihad sería su última noche europea. Justo en la que superará un registro histórico. Ya es pasado y Ancelotti dirigirá el partido con el convencimiento de ser el técnico del Real Madrid el próximo curso. Lo confirmó hasta el presidente Florentino Pérez tras el tercer título del curso, la Copa del Rey ganada en Sevilla con doblete de Rodrygo Goes, protagonista de un crecimiento continuo de la mano de 'Carletto', como su compatriota Vinícius Junior, al que ha impulsado a base de confianza a estar entre los mejores jugadores del mundo. El crecimiento de los jóvenes, extendido por Fede Valverde o Eduardo Camavinga, sumado a una eliminatoria en semifinales de la Copa con el golpe de autoridad que necesitaba Ancelotti en el Camp Nou (0-4), cerraron el debate. Y está a las puertas de la historia. Con el reto de emular a Zidane al vencer dos 'Champions' consecutivas y coronarse como el rey de los banquillos. El reto es aún más complejo que todos los que superó el curso pasado en la Liga de Campeones de las remontadas, la decimocuarta. Obligado a ganar, aunque sea en los penaltis, en un estadio donde el Real Madrid nunca lo hizo en cuatro precedentes. A poner fin a una racha eterna del City sin caer en su estadio. El día que dirige su partido 191 en la competición y supera a Ferguson. A sus 63 años, ganador de dos 'orejonas' con el AC Milan (2003 y 2007) y otras dos con el Real Madrid (2014 y 2022), el mismo día que superará un registro histórico llegará a los 50 partidos con el equipo madrileño en la Liga de Campeones (36 triunfos, cinco empates y ocho derrotas). El resto los completó con Parma (6), Juventus (10), AC Milan (73), Chelsea (18), PSG (10), Bayern Múnich (12) y Nápoles (12). Su vida ligada a una competición en la que, junto a Frank Rijkaard, Zinedine Zidane y Pep Guardiola, también ganó como jugador además de como entrenador. Y es precisamente el español la gran 'amenaza' a los registros de 'Carletto'. Cuarto técnico con más partidos dirigidos en 'Champions' (158) con 52 años, once menos que el italiano. Por delante tiene a dos técnicos ya retirados como Arsene Wenger (178) y Ferguson (190). Y ese bello pulso táctico entre Ancelotti y Guardiola tendrá una nueva entrega en el Etihad. A las variantes de Pep, con Stones actuando de central en fase defensiva en el Bernabéu en la ida, pero generando superioridad numérica en el centro del campo en la ofensiva, clave para adueñarse de la posesión, respondió Carlo con un planteamiento que le hizo acariciar el triunfo. El mismo movimiento de Stones con Eduardo Camavinga de lateral e interior en los ataques madridistas. De una carrera suya nació el gol de Vinícius. La banda izquierda madridista cambió el rumbo del partido. Líneas juntas sin saltar a la presión, orden como bloque que ayudó a que apenas llegasen balones a la gran amenaza rival, Erling Haaland. Velocidad al contragolpe y precisión. El Real Madrid sintió cerca el 2-0, pero acabó concediendo el empate en un error en fase de salida que le costó caro. Se espera una modificación táctica de Ancelotti en Mánchester. Una duda que no resolverá hasta el final con la idea de aumentar presencia en el centro del campo, aumentar el músculo con un jugador del perfil de Camavinga o Tchouaméni en el pivote para liberar a Toni Kroos de ese desgaste excesivo tras el balón. El foco apunta a la salida del equipo de Rodrygo, para ser revulsivo desde el banquillo en caso de necesidad, pero, en esta ocasión, el factor sorpresa es mayor por parte de Carlo que de Pep, con las cartas marcadas en el duelo del rey de la competición con el aspirante al trono.