Al menos 22 personas resultaron heridas, incluidas dos de gravedad, durante los enfrentamientos entre porristas que obligaron a suspender el partido entre el Querétaro y el Atlas, informó Protección Civil de Querétaro. Cuatro de los lesionados son de Jalisco.Este hecho fue condenado por ciudadanos, periodistas, políticos, exfutbolistas y directivos de equipos de la primera división.El encuentro de la novena fecha del torneo Clausura estaba 1-0 a favor de los Rojinegros a los 62 minutos, cuando estallaron dos riñas en distintas zonas del graderío del estadio Corregidora de Querétaro.Los encargados de seguridad abrieron las rampas de acceso de la tribuna hacia la cancha para dejar que descendieran las personas que no se habían enfrascado en la pelea, incluyendo mujeres y niños. Las imágenes de la televisión mostraron a menores que, entre lágrimas, buscaban refugiarse.Los jugadores del equipo visitante huyeron a los vestuarios junto con algunos más del Querétaro. Otros integrantes del conjunto queretano, como el portero uruguayo Washington Aguerre, permanecieron en el banquillo y trataron de apaciguar a los rijosos.Luego de unos minutos, porristas que reñían en la tribuna invadieron la cancha, donde continuaron agrediéndose a puñetazos y patadas. Utilizaron sillas, palos y barras metálicas para golpearse.Aunque el resto de los partidos programados para el sábado se realizaron, Mikel Arriola, presidente de la Liga Mexicana de Futbol, anunció que los encuentros previstos para hoy se suspenderán.En redes sociales circularon videos en los que se observó a porristas, presumiblemente del Atlas, inertes, desnudos y ensangrentados en las inmediaciones del estadio, donde habría continuado la trifulca.Anoche, más de 200 seguidores del Atlas se apersonaron en la explanada del estadio Jalisco para ofrecer ofrendas y hacer una colecta para los afectados. Al lugar llegó el gobernador de Jalisco, quien afirmó que el mandatario estatal de Querétaro, Mauricio Kuri, le confirmó que no había víctimas mortales. Una hora después le reiteró que no había fallecidos.
