En el futbol, ante la afición, los jugadores son tan buenos como su última actuación. Poco importan los campeonatos y reconocimientos cuando la pasión y los resultados están de por medio y la mejor prueba de esto es Dani Alves.Hace un mes, el jugador brasileño firmó su contrato con los Pumas para convertirse en el refuerzo más importante con el club y también la contratación estelar de la Liga MX. Alves fue recibido por la afición en el aeropuerto y en Ciudad Universitaria entre aplausos de la afición de los Pumas, pero cuatro semanas después, la historia ha dado un giro de 180 grados.Las decepcionantes actuaciones de los Felinos, que acumulan 11 goles en contra en solo tres jornadas, ocasionaron que el Olímpico Universitario abucheara y culpara a Alves del mal paso del equipo y es que, desde su llegada, el cuadro de la UNAM no ha conseguido una sola victoria. Además, en medio de estos resultados están los seis goles que le metió el Barcelona en el partido donde se disputó el Joan Gamper.En total, la escuadra de los Pumas ha recibido 17 goles desde la llegada de Dani Alves, aunque la responsabilidad es compartida, desde el punto de vista de la afición pues además de al brasileño, también se escucharon abucheos en cada ocasión que Julio González, portero del equipo, tocaba el balón.El brasileño no es ajeno a la presión, pero si quiere que el grito de “Goya” vuelva a salir de las gargantas de la afición de los Pumas, deberá comenzar a demostrar lo que puede aportar al proyecto comandado, al menos por ahora, por Andrés Lillini.JL
