Los goles de Cristiano Ronaldo y João Cancelo en la segunda parte desatascaron una noche que se reveló atípica para Portugal ante la modesta Liechtenstein, cuya muralla defensiva resultó un rompecabezas para un combinado luso poco inspirado.La aplanadora de los de Roberto Martínez se quedó en Lisboa y no llegó a Vaduz, la capital del pequeño principado, que recibió a una Portugal con todos los objetivos cumplidos y la vista puesta en la Eurocopa de 2024, una competición para la que ha demostrado que aún debe limar asperezas.El técnico español, a pesar de haber dado minutos a algunos de los jugadores menos utilizados (el portero José Sá o el central Toti Gomes, por ejemplo), interpretó el partido contra una selección hiperdefensiva como una prueba perfecta para su equipo de cara al torneo y no prescindió de nombres como Cristiano o Félix en el once.La cerradísima defensa liechtensteiniana puso en aprietos a los lusos en su primer encuentro y el panorama se repitió ocho meses después.Los tantos lusitanos llegaron a los minutos 47 y 57 para asegurar un triunfo que fue por demás sufrido.