Hasta la tarde de este domingo, probablemente todos los diarios deportivos de Estados Unidos y el mundo sabían que su noticia principal tenía que ser el inicio de actividades en Miami, Florida, del Super Bowl, pero si algo aprendimos este 26 de enero es, justamente, que la vida cambia en un instante.La noticia corrió como pólvora por los pasillos del Centro de Convenciones de Miami. Un lugar que estaba repleto de periodistas que apenas se alistaban para iniciar una semana de trabajo.En la fila para recoger la acreditación, se escuchaba un murmuro. Algunos observaban sus celulares y no dejaban de actualizar sus redes sociales, sus conversaciones, cualquier medio de comunicación que les dijera que se habían equivocado, pero no era así. La leyenda comenzó oficialmente. Kobe Bryant, el astro del basquetbol, falleció en un trágico accidente al desplomarse el helicóptero en el que viajaba con su hija, Gianna, de 13 años, y otras siete personas.Kobe se convirtió en leyenda antes de morir, pero este domingo su nombre fue tan grande que logró detener un evento del tamaño del Super Bowl.En la sala de prensa, se proyectaban las imágenes de la llegada de los Chiefs a Miami, mismas que fueron interrumpidas para continuar con los tributos a Bryant, mensajes en redes sociales, cintillos con información al momento y todo esto sucedía en el canal oficial de la NFL.La organización, además, mandó un comunicado oficial en el que publicó:“La Liga Nacional de Futbol extiende sus más sinceras condolencias a los familiares y amigos de todos aquellos que perdieron la vida en el accidente de este día, incluyendo a la leyenda de la NBA, Kobe Bryant y su hija, Gianna. Kobe fue un atleta extraordinario que emocionó y entretuvo a fans alrededor del mundo por toda una generación. Nuestros pensamientos están con la familia Bryant, los fanáticos de Kobe, sus compañeros de equipo la organización de los Lakers y la NBA”.En los largos pasillos del Centro de Convenciones se escuchaba a reporteros intercambiar historias de cuando lo entrevistaron o estuvieron cerca de hacerlo. De cómo fue que el 5 veces campeón con los Lakers los inspiró a dedicarse al periodismo deportivo. De su nobleza, su calidez humana y cuál es su legado, no en el basquetbol o el deporte, pero en la vida de cientos, incluso miles de personas.En otros rincones del lugar periodistas se comunicaban a sus redacciones, “renunciando” a cualquier plana que les pudieran corresponder de cobertura, todo el espacio se lo querían dar a “Black Mamba”. Uno de ellos repetía, con lágrimas en los ojos y la voz entrecortada, “hoy no es el día. Hoy no es el día. Todo es de Kobe.”Y tenía razón. Este domingo, en Miami, todo pasó a segundo plano. De Kobe nos quedarán sus jugadas espectaculares, su mentalidad ganadora y. dentro de la NFL, aquella celebración eufórica en el Super Bowl 52, cuando su equipo, Filadefia, venció de manera espectacular a los Patriots. La vida le alcanzó a Bryant para ver a su equipo campeón, pero a los que se quedan, a los que inspiró y conoció, a su familia y amigos… a ellos les faltará este campeón en su vida.LS
