En 1997, Miguel Herrera y Antonio Mohamed compartían vestidor en aquellos pintorescos Toros Neza que llegaron a la final contra el Guadalajara.Era el torneo de Verano 1997 y aunque en la final de ida igualaron a un gol, en la vuelta los de Neza fueron arrollados por los de Jalisco 6-1.Ambos técnicos, de América y Monterrey, que disputarán ahora una final entre ellos, recuerdan ese trago amargo 22 años después."Hubo errores puntuales míos (en el segundo juego). Éramos un equipo fuerte, los once que iniciamos más los cambios que hizo el profe (Enrique) Meza, hicimos buenos partidos, pero en el segundo tiempo en el Jalisco les salió todo (a Chivas)."Pero ese equipo generó buen espectáculo y (si me tratan de culpar) en el futbol no pierde una persona, pierde el equipo, el dueño, que era el papá de Tony -Juan Antonio Hernández- y utileros, perdemos todos"."Ese equipo logró algo muy importante, y es que todos nos recuerdan y no fue campeón. Se acuerdan de nuestra generación, por su magia y alegría que contagiaba y la gente humilde se identificó".OA