“Imagina que no hay países, ni religiones y el mundo sea uno solo…” Con estas emotivas palabras de la legendaria canción “Imagine” de John Lennon, el mundo fue testigo de la impresionante Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, un evento que promete ser una celebración de la paz y la unión entre las naciones. En una noche mágica que quedará grabada en la memoria de millones, el presidente francés Emmanuel Macron dio la bienvenida oficial a atletas, dignatarios y espectadores de todo el mundo. La inauguración de estos Juegos Olímpicos es un símbolo de esperanza y renovación, uniendo a 205 delegaciones en un espectáculo de diversidad cultural y excelencia deportiva.El momento culminante de la ceremonia fue sin duda el recorrido final de la antorcha olímpica. En un acto cargado de simbolismo y emoción, la antorcha fue entregada por el legendario tenista español Rafael Nadal a manos del ícono del futbol francés Zinedine Zidane. La antorcha viajó por los canales de París en una embarcación especial, acompañada por figuras ilustres como la gimnasta Nadia Comaneci, la tenista Serena Williams, el velocista Carl Lewis y una constelación de atletas franceses, incluidos Amélie Mauresmo y Tony Parker. Finalmente, el judoca Teddy Riner y la atleta Marie-José Pérec tuvieron el honor de encender el pebetero olímpico. En una exhibición verdaderamente espectacular, el pebetero fue instalado en un globo aerostático, una invención francesa que simboliza el espíritu de innovación y elevación que los Juegos Olímpicos de París buscan representar. Esta obra maestra flotante permanecerá suspendida sobre la ciudad de las luces durante toda la duración de los Juegos, iluminando el cielo nocturno y convirtiéndose en un faro de esperanza y unidad.La ceremonia estuvo repleta de momentos memorables, entre ellos, la actuación de la célebre cantante Celine Dion, cuya voz angelical resonó en los corazones de los presentes y de los millones que seguían el evento por televisión. Esta actuación evocó recuerdos de su emblemática interpretación en Atlanta 1996, demostrando una vez más por qué es una de las artistas más queridas del mundo. La música continuó siendo un elemento central de la ceremonia, con presentaciones de artistas internacionales que representaron un mosaico de culturas y estilos, desde el pop hasta la música clásica.Lejos de los tradicionales estadios, el desfile de las delegaciones nacionales tuvo lugar en las icónicas orillas del río Sena. Las 205 delegaciones hicieron su entrada en embarcaciones bellamente decoradas, una decisión que no solo rindió homenaje al carácter fluvial de París, sino que también brindó un nuevo enfoque al desfile olímpico. Las embarcaciones fueron acompañadas por luces y música que reflejaban la rica herencia cultural que Francia le ha dejado al mundo.El desfile fue encabezado por Grecia, como es tradición, y seguido por las demás delegaciones en orden alfabético, culminando con la entrada del equipo anfitrión, Francia. Durante el desfile, los espectadores pudieron ver a numerosos líderes mundiales, celebridades y figuras políticas.Los organizadores también destacaron el legado cultural y arquitectónico de la ciudad, integrando monumentos históricos como la Torre Eiffel y el Louvre en el espectáculo, subrayando la belleza y la riqueza de París como una ciudad global.En este evento que celebró la diversidad y la excelencia, la pasión y la paz, se vivió un homenaje a la resiliencia del espíritu humano. Vive la France!MF