Vaya que “Mondo” sabe exhibirse.Cuando había acabado el resto de la acción en la pista atlética y con los 80 mil espectadores en el Stade de France aún de pie, Armand Duplantis hizo descansar la pértiga en su hombro derecho y tomó aire. Acto seguido, alzó esa enorme pieza de fibra de carbono y corrió para elevarse en la noche de París.Duplantis rompió su récord mundial en el salto con pértiga al superar la barrera de los 6.25 metros, coronándose campeón olímpico por segunda vez seguida.Fijó el récord en su tercer y último intento. Fue la novena ocasión que el prodigio nacido en Louisiana, pero que compite para Suecia, eclipsa la plusmarca. Pero fue la primera vez que lo hace en unos Juegos Olímpicos.Metódicamente, Duplantis ha venido batiendo el récord mundial. Lo ha hecho centímetro a centímetro desde el 8 de febrero de 2020. La última vez que lo había roto fue el 20 de abril en China.“Cuesta comprenderlo, siendo honesto”, dijo. “Si no pudiera superar este momento en mi carrera, la verdad es que estaría conforme. No creo que se pueda superar lo que acaba pasar”.Después que el astro de 24 años había sentenciado la victoria con un salto de 6.10, pidió que la barra subiera un centímetro más arriba del récord mundial. Falló el primer intento. Acto seguido, aprovechó una pausa por la ceremonia en la que Noah Lyles recibió su medalla de oro de los 100 metros la noche previa, para analizar el video de su salto con su padres en un tableta.Falló otra vez, y luego otra prolongada espera.Todos los demás eventos de la noche en el Stade de France, pero la mayoría del público, seguían pendientes en el recinto, coreando la canción francesa “Alleur de Feu”.Finalmente, Duplantis se plantó para un último intento y lo superó. Eufórico, salió despedido hacia las gradas para celebrar su enésima exhibición con la pértiga y bajar el telón a otra memorable noche en el atletismo olímpico.
