El jueves pasado, en los Juegos Olímpicos, Angela Carini se retiró a los 46 segundos de su combate contra Imane Khlelif, luego de haber recibido un golpe en el rostro. Tras la derrota, la boxeadora italiana dio algunas entrevistas ambiguas que desataron la polémica al rededor de la deportista argelina, pues esta última tiene una afectación corporal por la que tiene altos niveles de testosterona. En las redes sociales se ha vuelto a reabrir el tema de la igualdad en el deporte, mientras los deportistas y miembros de la comunidad LGBTQ+, temen represalias discriminatorias."Aunque me hubieran dicho que no peleáramos (antes del combate), no habría aceptado. Nunca me rendí", dijo este viernes Carini en una entrevista con el diario italiano La Stampa, en la que subrayó que para ella lo sucedido no es una derrota, y remarcó que no ha protestado respecto a la polémica en torno a Khelif, descalificada en torneos previos de boxeo femenino por un test que le detectó altos niveles de testosterona."Lo siento por ella también, terminamos en un 'boom' mediático. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar? ¿Para decir qué está bien y qué está mal? Somos atletas, no somos jueces", aseguró Carini."Si está chica está aquí debe haber una razón", añadió la italiana en relación a Khelif, asegurando que ella no protestó por tener que combatir contra la argelina. "Nunca he protestado. Nunca he dicho una palabra. Me adapto a las normas, no decido", aseguró.También concretó los motivos por los que decidió parar el combate: "Ya no tenía ganas de pelear tras menos de un minuto. Recibí un golpe en la nariz y perdí el equilibrio, no respiraba y dije basta"."No perdí, simplemente me retiré con madurez", agregó Carini."Aunque me hubieran dicho que no peleáramos, no habría aceptado. Nunca me he rendido", subrayó, y remarcó que no se avergüenza de nada."¿De qué debería avergonzarme?" se preguntó. "Salgo con la cabeza alta", concluyó la boxeadora.* * * Mantente al día con las noticias, únete a nuestro canal de Whatsapp * * *OB