Naomi Osaka recibió un poco de ayuda de un rebote afortunado en la soga de la red y de una decisión incorrecta del juez de línea. No fue sino hasta entonces que la japonesa logró dominar a la local Jennifer Brady, en una semifinal del Abierto de Estados Unidos repleta de saques veloces y potentes tiros de derecha.Y Osaka, de 22 años, está a un triunfo de un tercer título de Grand Slam.La japonesa tomó al fin una delantera clara a la mitad del último set, con el único quiebre que logró en la jornada —y el único que necesitó— para doblegar 7-6 (1), 3-6, 6-3 a Brady. Regresó así a la final en Flushing Meadows, dos años después de conseguir el campeonato.El encuentro se disputó con el techo cerrado en el estadio Arthur Ashe. Desde el interior, se escuchaba el golpeteo de la intensa lluvia sobre la estructura. El ambiente intramuros favoreció los buenos golpes por parte de ambas tenistas, e hizo que los raquetazos resonaran en el recinto vacío por la pandemia de coronavirus."Esto significa mucho para mí. En cierto modo, considero que Nueva York es mi segunda casa", dijo Osaka, quien se mudó a Estados Unidos siendo niña. "Me encanta el ambiente, pese a que no hay gente aquí. Creo que esta cancha me va muy bien", declaró.JM