La número dos del mundo, la japonesa Naomi Osaka, fue otra de las víctimas de la jornada inaugural de Wimbledon, torneo que vio a varios de sus favoritos, en ambas ramas, ser eliminados apenas en su primer enfrentamiento.“¿Puedo salir? Siento que voy a llorar”, dijo Osaka, de 21 años, visiblemente emocionada antes de abandonar la sala de prensa tras haber perdido frente a la kazaja Yulia Putintseva en dos sets 7-6 (7/4), 6-2.Recientemente destronada por Ashleigh Barty en la cabeza de la clasificación WTA, Osaka podría haber recuperado el primer puesto si hubiese tenido un buen resultado en Londres.Pero la número dos, quien afirmaba haberse quitado un gran peso de encima al dejar de ser primera, no estuvo lo suficientemente centrada. “Supongo que tengo que aprender a divertirme, a quitarme la presión”, dijo.Osaka llegó a Wimbledon tras caer de forma repentina en Birmingham ante esta misma rival, lo que a la postre, cuando Barty levantó el título, le supuso ceder la corona del número uno.Esta derrota, junto a la que sufrió en tercera ronda de Roland Garros, rompe la buena racha de la nipona, quien venía de ganar el Abierto de los Estados Unidos y el Abierto de Australia de manera consecutiva.Osaka perderá de esta manera los puntos que defendía por alcanzar la tercera ronda el año pasado y se queda fuera de la carrera por el número uno, al que solo optan en Wimbledon Barty, defensora de este honor, la checa Karolina Pliskova, la holandesa Kiki Bertens y la checa Petra Kvitova.