Lo que ocurrió con Bronny James no es el primer caso de un atleta de alto rendimiento que sufre esta afección. Desde basquetbolistas, pasando por jugadores de hockey y futbolistas, se han visto afectados por esta situación.Hace unos meses, durante un partido de NFL, Damar Hamlin, de 24 años, colapsó durante un partido con los Bills de Buffalo. Las imágenes se transmitieron en vivo a través de la televisión en donde las unidades de emergencia actuaron de manera oportuna para evitar una tragedia. Cinco meses después de este lamentable hecho, el jugador regresó a los entrenamientos con la autorización de sus médicos. Durante la Eurocopa 2020, el futbolista danés Christian Eriksen colapsó en un partido ante Finlandia. Eriksen se desplomó sobre el césped y recibió atención médica para después ser ingresado al hospital donde lograron estabilizarlo. En febrero de 2022 regresó a las canchas e incluso pudo participar en la Copa del Mundo. Sin embargo, no todos los atletas han corrido con suerte. En 1993, el basquetbolista de los Celtics, Reggie Lewis, murió en una duela a los 27 años de edad luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio. Lo mismo sucedió con el futbolista de Camerún, Marc Vivien Foe, quien se desvaneció mientras participaba en un duelo ante Colombia en una copa Confederaciones. Los médicos intentaron reanimarlo durante más de 45 minutos sin éxito y fue declarado muerto.¿Qué es un paro cardiorrespiratorio? Según la Clínica de Mayo, de Estados Unidos, el paro cardíaco repentino generalmente es causado por un ritmo cardíaco irregular llamado fibrilación ventricular, pero también puede ocurrirle a personas que no tienen una enfermedad cardíaca conocida, pero que tienen antecedentes familiares de enfermedad de las arterias coronarias u otros factores de riesgo como fumar, obesidad o diabetes.