El Estadio Cuauhtémoc fue testigo de un espectáculo bochornoso este sábado por la noche. Lo que debía ser una fiesta mexicana terminó siendo un desastre monumental, con el Tricolor incapaz de vencer al equipo suplente del Valencia, que vino a Puebla con una plantilla alterna. La Selección Mexicana, que tenía todo a su favor, desperdició una ventaja de dos goles y terminó firmando un paupérrimo empate 2-2 que dejó a los aficionados furiosos y abucheando a sus propios jugadores.Alexis Vega, al minuto 8, abrió el marcador, y Ozziel Herrera, al 32’, parecía encaminar la victoria con el segundo tanto, pero México no fue capaz de sostener el resultado. El equipo español, sin muchos titulares en el campo, desnudó todas las carencias del equipo mexicano. Dani Gómez, con dos goles, primero al 43’ y luego al 60’, devolvió el golpe a un equipo sin ideas, sin alma y sin capacidad de reacción.El marcador final fue lo de menos. Lo realmente preocupante fue la actitud y el nivel de los jugadores mexicanos, que se arrastraron por el campo, sin ofrecer ningún espectáculo digno del precio que pagaron los aficionados en las gradas. Jugadores como Germán Berterame, Guillermo Martínez, Carlos Rodríguez, entre otros, ofrecieron un partido para el olvido, mientras que la gestión de Javier Aguirre empieza a tambalearse con este nuevo revés. Parece que, desde la llegada del "Vasco", la selección no encuentra un rumbo claro y las críticas ya se hacen cada vez más fuertes.Lo que en algún momento fue un ambiente festivo, con la afición emocionada por la ventaja de dos goles, se convirtió rápidamente en un concierto de abucheos y gritos de frustración cuando Valencia logró igualar el marcador. La falta de compromiso y trabajo en equipo del Tricolor fue evidente, y el descontento de la gente se hizo sentir con fuerza.¿Dónde está el orgullo? ¿Dónde está el trabajo de fondo? Esta selección parece más preocupada por la nómina que por representar a su país. No hay ideas, no hay chispa, y mucho menos, un estilo definido. El Tricolor sigue arrastrándose de cara a una Copa del Mundo que será en casa, firmando uno de los partidos más mediocres en mucho tiempo.Y todavía, el próximo martes, en Guadalajara, enfrentarán a Estados Unidos, que viene con equipo completo y un estilo de juego definido bajo la dirección de Mauricio Pochettino. Si México repite el desastre que ofreció en Puebla, el Tricolor no solo se enfrentará a la derrota, sino al inicio de una crisis profunda que podría sacudir las bases del equipo.SV