Se nacionalizó como ruso, pero nació en Sao Paulo. Mario Fernandes, quien llegó a disputar un amistoso con la camiseta de Brasil en 2014, jugará mañana en Sochi los Cuartos de Final del Mundial... con Rusia. Un país en el que “se convirtió en otra persona”, después de haber llegado a superar una depresión en su país de nacimiento.El único partido de este Mundial en el que no ha sido titular fue contra Uruguay (derrota rusa 3-0), cuando los anfitriones estaban ya clasificados para Octavos.En apenas nueve partidos como internacional, Fernandes, de 27 años y con una habilidad técnica inusual en su actual Selección, se ha convertido en un hombre indispensable para Rusia, con quien jugará contra Croacia en busca de las Semifinales.Con la Seleçao estrenó su carrera como internacional con motivo de un partido amistoso ganado por el gigante sudamericano (4-0) en octubre de 2014 ante Japón.Fue su único partido con el equipo brasileño. Le costó todavía un año y medio conseguir la nacionalidad rusa, pero pudo dar el paso y debutó en 2017 con el equipo de Stanislav Cherchésov.“Rusia ha cambiado su vida. Dice que su decisión de venir a Rusia fue la mejor de su vida (...), que encontró su lugar en el mundo”, afirmaba la semana pasada su hermano.En el CSKA, Mario Fernandes se ha impuesto como el mejor lateral derecho del campeonato ruso, pero se convirtió sobre todo “en otra persona”, como explicó en octubre de 2015 a la web Championat.com.“En Brasil bebía mucho, pasaba la noche en la discoteca, me perdía entrenamientos. Pero al llegar a Moscú supe que había una iglesia brasileña. La gente me ayudó mucho allí y cambié rápidamente”, cuenta.Con apenas unos partidos en este Mundial, la mirada de los rusos hacia Mario Fernandes ha cambiado también.“Antes del torneo muchos se preguntaban por qué necesitábamos nacionalizarle si ni siquiera habla ruso. Es poco probable que esa cuestión alguien se la pueda hacer ahora”, subrayaba Sport Express.Renuente a BrasilEn 2011 Mario Fernandes fue convocado por Brasil para un amistoso ante Argentina, pero nunca se presentó en el aeropuerto. “No se sentía cómodo con la idea de jugar en el equipo nacional”, justificó entonces su agente, Jorge Machado, aludiendo a “problemas personales”.MOSCÚ/AFP