La llegada del primera base mexicano Joey Meneses a las Grandes Ligas es un ejemplo de que con lucha, trabajo y determinación se pueden cumplir los más grandes sueños.El pelotero mexicano, quien ahora pertenece a la organización de los Nationals de Washington, narró cómo después de mucho tiempo de insistir y no darse por vencido logró su meta, jugar en el mejor beisbol del mundo, un camino que para nada es sencillo y que le dejó muchas enseñanzas, como atleta profesional y también como ser humano. “El objetivo siempre fue claro, jugar en Grandes Ligas, me dieron la confianza, la oportunidad de seguir en Estados Unidos y gracias a Dios pude llegar. En el pasado había tenido buenas temporadas, y mi motivación siempre fue cumplir el sueño, no dejar de intentarlo y por ello ando aquí”, comentó.Meneses, de 30 años de edad y que se convirtió en el jugador 143 nacido en México en jugar en la Gran Carpa, recordó el momento en el que fue notificado para llegar a la MLB... Algo que jamás olvidará en su vida: “Fue una gran emoción, es algo que siempre quedará en la memoria”, dice conmovido.