Ganar 97 juegos en dos temporadas consecutivas es algo laudable para un equipo austero como los Atléticos de Oakland.Pero los californianos arrastran cierta amargura por el desenlace de ambas campañas, interrumpidas por el muro del Juego de Comodines de la Liga Americana.Delante de ellos han estado los Astros de Houston, campeones de la Serie Mundial en 2017 y de la División Oeste en tres años sucesivos.Ganar la División es la consigna para que su participación en octubre sea más larga. De repente la tarea puede que sea más asequible ahora, a raíz del escándalo de robo de señas que ha manchado la reputación de los Astros y precipitó los despidos de su gerente general Jeff Luhnow y del mánager A.J. Hinch.Fue un escándalo que estalló con la revelación de un exjugador de Houston y que ahora milita en Oakland.El pitcher Mike Fiers destapó la olla de grillos cuando detalló a The Athletic que los Astros usaban una cámara en el jardín central para robarle las señales a los receptores rivales.Algunas voces han menoscabado el que Fiers abrió la boca después que se había marchado de Houston con un anillo de campeón en mano.“Pareces un soplón”, dijo el retirado toletero de los Medias Rojas David Ortiz. “¿Por qué nadie dijo nada cuando estaba ocurriendo?”, mencionó anteriormente el dominicano. Todos defienden a Fiers en Oakland.“Con el paso del tiempo, será reverenciado por hacer esto, por hacer que el beisbol sea mejor”, dijo el mánager Bob Melvin.Los Atléticos han sido uno de los equipos más encendidos de las Mayores tras la segunda mitad en las últimas dos campañas. Fueron los mejores con una foja de 60-20 desde el 17 de junio el año pasado y de 63-20 a partir del 16 de junio en 2018.No quieren saber de otro boleto de Comodines, y la intención este año es arrancar a todo vapor.JL