Parecía que los Astros sabían que sus oportunidades se estaban terminando y por ende llevaron la voz de ataque a territorio visitante. En el tercer juego de la Serie Mundial 2019 y el primero en la historia de los Nacionales de Washington en calidad de locales, la novena de Houston acortó distancia al sacar un triunfo valioso que los mantiene con vida en el Clásico de Otoño, tras ganar por pizarra de 4-1 y quedar a un solo encuentro de igualar la serie.Más de 43 mil aficionados abarrotaron el Nationals Park de la capital estadounidense. El color rojo se desbordaba en el graderío y no era para menos, ya que la batalla por el gallardete de la Gran Carpa llegaba a casa, pero a temprana hora ese ánimo disminuyó, pues en la segunda entrada los de Texas inauguraron la pizarra con un imparable de Josh Reddick a terrenos del jardín izquierdo para poner el electrónico 1-0 a su favor.Para el tercer episodio, la esperanza creció para los visitantes y ante los envíos de Aníbal Sánchez, Michael Brantley aumentó la ventaja al llevar a José Altuve al plato con un roletazo que incluso alcanzó a golpear al lanzador y que terminó en terrenos de la segunda base.Pero los Nacionales no iban a permitir una amplia ventaja de manera temprana y para la cuarta manga retribuyeron un poco a su escandalosa afición con un triple producto de Víctor Robles al sendero izquierdo, para romper el cero en la pizarra.Un capítulo después, el propio Brantley pintó su segunda carrera de la noche con un sencillo a terrenos del derecho, llevándose otra vez por delante a Altuve.El poder de los Astros quedó demostrado para la sexta entrada gracias a Robinson Chirinos. El cátcher, que pocas veces tiene la oportunidad de conectar tablazos de largo alcance, en esta ocasión se fue para la calle sin acompañantes en las almohadillas y con un batazo que incluso pegó en el poste donde nace el jardín izquierdo puso en la pizarra el resultado que a la postre sería el definitivo.El mexicano Roberto Osuna, siempre confiado a la hora de situaciones apremiantes, cumplió con creces en su debut en una Serie Mundial. El cerrador sinaloense tuvo la obligación de sellar el juego y lo hizo permitiendo un hit, pero recetando un ponche para dejar con las ganas de seguir festejando a los locales.Para hoy el cuarto encuentro de la Serie Mundial comenzará a partir de las 19:07 horas, tiempo del Centro de México.A mitad de la temporada 2019 parecía que la carrera del venezolano Carlos Carrasco pendía de un hilo y no era para menos. El serpentinero había sido diagnosticado con leucemia y en ese entonces en lugar de enfrentar a temidos bateadores, tenía que mantenerse firme para dejar a un lado esta enfermedad.Tras haberse recuperado satisfactoriamente, el oriundo de Maracaibo tuvo un solo objetivo en mente: ayudar a los demás que son aquejados por este mal, y así lo ha hecho, ya que junto a su esposa y compañeros de los Indios de Cleveland se ha dedicado a visitar hospitales continuamente. Esta labor le valió ser galardonado con el Trofeo Roberto Clemente, el premio que se otorga año tras año a aquel pelotero que realice obras sociales sobresalientes.Previo al tercer juego de la Serie Mundial en el Nationals Park, el también apodado “Cookie” recibió de manos de Luis Clemente, hijo de la leyenda Roberto Clemente, el galardón que lleva el nombre de su padre. Ante un estadio atiborrado, el serpentinero venezolano fue ovacionado de pie por todos los presentes, quienes no pararon de aplaudirle.Previo a la entrega del reconocimiento, Carrasco fue acompañado por David Ortiz y John Smoltz, otrora figuras de Grandes Ligas y ganadores del mismo gallardete.“El día que me dijeron que tenía cáncer quede impactado por 10 segundos, pero después supe que tenía que luchar. Es maravilloso ganar este trofeo, porque día a día busco seguir los pasos de Roberto Clemente. Esto fue gracias a mi esposa, a mis compañeros de equipo, porque amamos ayudar a los demás”, manifestó el pitcher.