El temple, el valor y la humildad han sido su carta de presentación. Siempre tranquilo y dispuesto a dejar todo en el ruedo, así es Arturo de Alba, el novillero tapatío que mañana dará el paso más importante de su todavía joven carrera cuando reciba la alternativa y se convierta en matador de toros.De Alba tendrá como padrino de lujo al español Enrique Ponce, mientras que su testigo será el hidrocálido Joselito Adame, en la segunda corrida que conmemora las festividades del Carnaval de Jalostotitlán. Sobre este acontecimiento, el joven oriundo de Guadalajara manifestó su emoción por haber llegado a estas instancias en las que oficialmente se convertirá en torero.“Me encuentro muy contento, pero también nervioso, porque como torero es el día en que sueñas toda tu vida. Voy a estar con la mayor figura del toreo mundial y con la principal figura mexicana, es un compromiso demasiado fuerte, por eso tengo que salir mentalizado, preparado para resolver bien la papeleta y pegar un golpe de atención, que es lo que ahora mismo necesito en mi carrera. Soñé con esto desde que comencé, siempre lo soñé, gracias al maestro Ponce, que es un espejo para mí y para muchos toreros, gracias también a Joselito Adame, voy por la alternativa soñada”.Con la firmeza que siempre lo ha caracterizado, el coleta tapatío señaló que uno de sus sueños es convertirse en la nueva figura del toreo que Jalisco ha esperado por mucho tiempo, aunque se dijo consciente sobre todo lo que se necesita para que esto suceda.“Parte de ser torero es ser figura y eso es lo que quiero, me encantaría ser la figura que Jalisco quiere. Se necesita mucho tiempo, muchas tardes, mucho convencimiento y muchos triunfos. Yo daré todo de mí para llegar a serlo”.Como novillero, Arturo de Alba se ha presentado en los principales cosos de México, mientras que parte de su instrucción en la tauromaquia la llevó a cabo en España bajo las órdenes de los matadores Daniel Luque y Enrique Ponce. El joven tapatío ha sido apoderado por Fernando Arteaga y José Luis Villareal.