La campaña 2018 del mejor beisbol del mundo ha llegado a su fin. El último out cayó en el Dodger Stadium y los Medias Rojas de Boston se han convertido en el nuevo campeón de las Grandes Ligas.El conjunto dirigido por Alex Cora sumó su novena corona en la historia de las Ligas Mayores, convirtiéndose en el tercer equipo que más campeonatos ostenta en esta competición.Pero, ¿qué hay detrás del éxito que esta emblemática organización ha tenido?, ¿cuáles han sido sus principales fortalezas?, ¿cuál fue la clave para que sumarán un nuevo trofeo?Todas estas interrogantes han surgido después de ver a un equipo avasallador en todas sus líneas, el cual cuenta con todos los elementos para convertirse en una dinastía histórica del deporte mundial. Lo demostraron en el rol regular de la Gran Carpa al tener el mejor récord de todas las Mayores y lo confirmaron al quedarse con la Serie Mundial de este año en sólo cinco encuentros.Sabiendo que en el beisbol moderno gran parte de lo bueno y lo malo que logra una organización depende del pitcheo, Cora no tardó en armar una rotación de abridores sólida, la cual le permitió afianzarse desde un principio en la cima de su división. Para comenzar con su baraja de lanzadores, el mánager dio la confianza al zurdo Chris Sale, quien vivía su segunda temporada con el equipo de Boston. Además de Sale, se sumaron a la lista el experimentado David Price, Rick Porcello y Nathan Eovaldi, quienes sumaron un total de 51 victorias. Aunado a esto, el bullpen, talón de Aquiles por lapsos en la campaña, se mostró infranqueable en Postemporada.Alex Cora formó parte del staff de coaches que ganaron la Serie Mundial de 2017 con los Astros de Houston. Días después, Cora fue anunciado como el nuevo mánager de unos Medias Rojas que buscaban pelear con su archirrival, los Yankees de Nueva York y con los propios Astros por la superioridad en la Liga Americana.La llegada de Cora a la cabina de los patirrojos logró el orden y la tranquilidad que el equipo había buscado fallidamente desde cuatro campañas antes. Esto fue respaldado por la increíble cantidad de 108 triunfos conseguidos en la temporada regular y sólo perdiendo tres juegos en Playoffs.Julio Daniel Martínez llegó a Boston para lograr un contrato millonario, pero no todo era el tema económico, ya que el también jardinero se convirtió en el hombre fuerte de la ofensiva de Boston.El famoso “Flaco” arañó la complicada Triple Corona en campaña regular al batear 43 cuadrangulares e impulsar 130 carreras.Además de Martínez, el poder de ataque de los de Massachusetts estuvo respaldado por el estelar jardinero Mookie Betts y la incursión del primera base Steve Pearce (foto), quien parecía destinado al banquillo, sin embargo, en la Serie Mundial fue el Jugador Más Valioso al conectar tres cuadrangulares y ocho carreras impulsadas.Como en todos los deportes, el rival también cuenta, pero en esta ocasión lo que hicieron los Dodgers ni siquiera fue digno de una Serie Mundial.La novena californiana tuvo en su mánager Dave Roberts al principal culpable de la derrota, ya que sus decisiones fueron poco acertadas, especialmente al momento de meter los relevos, haciendo trabajar de más a Kenley Jansen y sin mostrar a Julio Urías.Clayton Kershaw perdió sus dos encuentros en los que tomó los controles, Cody Bellinger está cerca de convertirse en el bateador con más ponches en la historia de la Serie Mundial y Manny Machado se dedicó a golpear a sus rivales en lugar de batear.