Poco después de cerrar un contrato récord de 765 millones de dólares por 15 años para Juan Soto con los Mets de Nueva York, el agente Scott Boras entró en Nick & Sam's, un restaurante cerca del hotel de las reuniones de invierno de Grandes Ligas, con cerca de una docena de su personal.Les dieron una botella de champán de celebración y cenaron huevos rellenos, cangrejo, camarones y un corte para celebrar el acuerdo del jardinero con los Mets, después de arrebatarlo de sus rivales, los Yankees.“Scott viene con su ejército de personal. Era algo así como el ‘Gladiador’”, dijo el mánager de los Red Sox de Boston, Alex Cora, quien observó desde el otro lado del restaurante la noche del domingo.El acuerdo de Soto, el más grande y largo en la historia del beisbol, sigue pendiente de un examen físico. El acuerdo resonó a través de las reuniones de invierno y afectó a los Yankees, quienes el domingo por la mañana habían aumentado su oferta a 760 millones de dólares por 16 años desde 712.5 millones por 15 años.“Mi primer pensamiento es que mi hijo mayor tendrá 28 años cuando él termine de jugar. Eso realmente lo pone en perspectiva para mí”, dijo el presidente de operaciones de béisbol de San Francisco, Buster Posey.El mánager de los Yankees, Aaron Boone, se enteró de la decisión de Soto cuando su vuelo llegó a Dallas.“Literamente, las ruedas tocaron la pista y la alerta llegó a mi teléfono de que había firmado con los Mets”, recordó Boone.Él envió un emoji de una cara al mánager de los Mets, Carlos Mendoza, un ex entrenador de los Yankees. Mendoza no estaba seguro de lo que Boone quería decir.“Le envié otra cara”, dijo Mendoza, encogiéndose de hombros.El acuerdo de Soto, que incluye un bono de firma de 75 millones de dólares, ascendería a 805 millones si los Mets ejercen su derecho a anular la capacidad de Soto de optar por salir después de la temporada 2029.“Me sorprendió cuando vi el bono. Dios mío”, dijo el mánager de Cincinnati, Terry Francona, pensando en las implicaciones para los precios que otros equipos tendrán que pagar por los jugadores. “Creo que lo hace más difícil, pero ciertamente no les guardo rencor a los equipos por hacerlo si pueden. No están rompiendo las reglas. Vamos a tener que tomar decisiones muy buenas, y no vamos a poder gastar en errores, así que tenemos que limitar esos”.El acuerdo de Soto generó aún mayores expectativas en un mercado de agentes libres que incluye a los lanzadores Corbin Burnes y Max Fried, los primeras bases Pete Alonso y Christian Walker, el tercera base Alex Bregman y el jardinero Anthony Santander entre sus nombres más destacados.