El adiós se acerca cada vez más, pero no es algo que le quite el sueño. 25 años después, el diestro tapatío Alfredo Ríos “El Conde” pondrá el cerrojazo final a su carrera, ese andar lleno de triunfos y de tardes para el olvido, pero que, sin duda alguna, lo convirtió en uno de los grandes referentes jaliscienses de la tauromaquia en la última época.El torero nacido en Guadalajara se dijo listo, tranquilo y sin dudas para vestirse de luces por última ocasión en su carrera, y ahora cuenta las horas para el paseíllo final al lado de dos figuras de talla mundial como son el español Enrique Ponce y el mexicano Joselito Adame, en la corrida que cierra los festejos de Aniversario en la Plaza Nuevo Progreso.“Todas las tardes son importantes, desde la primera, la de en medio y la última, porque el que una empresa te hable para contratarte tiene mucha importancia. Me siento bien, ya lo disfruto más, estoy más tranquilo, ya pasado el río siento que he disfrutado mucho la profesión. He tenido triunfos, que en su mayoría han sido importantes. Una tarde tan bonita como ésta que se avecina ya sé cómo es, no me agobio mucho, mejor trato de disfrutarla”.Ríos, quien es el matador con más indultos en la historia del coso tapatío, aseguró que mañana hará lo que siempre hizo cuando toreó en su tierra: disfrutar y brindarse al máximo para corresponder al cariño de su público.“El domingo me veo disfrutando porque ya sé lo que es. El toro de Guadalajara es muy serio, muchos se quejan, pero es lo que hay, así es Guadalajara. Yo siempre vine a dar la cara con mis paisanos, en corridas muy duras, muy serias, triunfando en la mayoría de ellas. A aguas pasadas siento el cariño real y sincero de la gente”.Durante una convivencia con jóvenes, aficionados, periodistas y miembros de las distintas peñas taurinas de la región, el coleta tapatío agregó que su faena cumbre fue la realizada en la Nuevo Progreso aquella tarde del 21 de noviembre de 2004, cuando indultó al toro “Gironcillo”, de la ganadería de Barralva.“Me quedo con la corrida de ‘Gironcillo’ de Barralva. Fue un cartel muy modesto y recuerdo que Francisco Baruqui decía que era un cartel modesto, pero una faena de muchos quilates, fue poca gente a la plaza, pero fue la faena de mi vida con uno de los pocos toros que he visto que realmente se han ganado el indulto”.