"¡Vamos, vamos, vamos AKD!", sonó en paseo Chapultepec a las 9:17, después del primer gol. Cervezas volaron y la euforia se elevó entre los aficionados del Atlas que se reunieron frente a la Glorieta de los Desaparecidos, la cual fue custodiada por vallas y policías."¡Arriba el Atlas, cabrones!", resonó en cántico desde antes de las 9 de la noche, hora en que el primer partido a la gran final se jugaría en el estadio de León, Guanajuato.Seguidores del Atlas esperaban frente a las pantallas gigantes donde un partido histórico se llevaría a cabo.Hace 22 años que el Atlas no llegaba a una final de campeonato. Hace 70 que no es campeón. Los hinchas lo saben a la perfección y por eso celebran cada último triunfo del equipo que, aunque no les da alegrías todos los días, siempre lo llevan en el corazón.Es un amor "apache" y que sale en forma de tatuaje en los cuerpos de los pertenecientes a la Barra 51.El rojo y el negro se vieron en puño, en playeras, cabello y piel, también las banderas con el escudo. Los aficionados aplaudieron mientras nombraban la alineación.Luces naranjas, rojas y azules se vieron en las esquinas. Policía vial y municipal resguardaron la zona. Paseo Chapultepec se cerró a la circulación vehicular.Los gritos no se hicieron esperar al primer toque de balón que marcó el inicio del partido. Y de repente el silencio, hasta que el Atlas robó el balón.El balón rozó la portería del León en el minuto 6: "¡aaaaahh!", gritaron. Fue el primer ataque de muchos que vinieron en la noche.Eran las 9:17 "¡Goooooooool!"Atlas se veía más cerca de la copa, de tener una estrella más en el escudo."Señores yo soy del Atlas y tengo aguante. Yo sigo a los rojinegros a todas partes. El Atlas es un sentimiento que se lleva en el corazón, daría toda mi vida por ser campeón, ¡dale el AKD!", sonó a coro."¡Vamos, vamos, vamos rojinegros!": cantaron con bombo, tambor y trompeta la Barra 51. Ni el gol a las 9:42 del León los paró, al contrario. Los canticos se escucharon más alto y las banderas volaron."¡Es la fiel, es la fiel! ¡olé, olé!", se escuchó al medio tiempo, y el "tuta tuta" mientras el bombo con el escudo de Atlas se elevó.10:13 y el segundo tiempo comenzó.No era el estadio, pero para la Barra 51 daba lo mismo. Estaban ahí para apoyar a su equipo y con sus cantos y gritos a los jugadores lo demostraban.20 minutos después volvieron los baños de cerveza y "¡vamos, vamos, vamos AKD!" se escuchó a coro. Otro gol y "La Fiel" cada vez más cerca de ver a su equipo campeón."Señores yo soy del Atlas y tengo aguante. Yo sigo a los rojinegros a todas partes. El Atlas es un sentimiento que se lleva en el corazón, daría toda mi vida por ser campeón, ¡dale el AKD!", resonó.La emoción duró unos minutos. 10:46, "La Fiera" anotó y todos callaron, se sobaron la cabeza y miraron atentos la pantalla.Dos minutos después volvieron de a poco y el bombo volvió a sonar y las banderas se volvieron a mover. Pese a ello la tensión se sintió. Faltaban unos minutos para terminar el partido.Marcaron penal a favor de León y en la repetición los aficionados le gritaron a la pantalla "¡eso no es penal!". No se les escuchó y La Fiel sudó."¡Gol de La Fiera!" gritó un comentarista y en Chapultepec el silencio reinó.Una cerveza voló y la Barra 51 saltó. Todos pensaron que habría una pelea, por lo tenso del momento, pero quedó en gritos.Últimos seis minutos añadidos al marcador. Una caída. Gritos. Los rojinegros se acercaron a la portería sin lograrlo. Gritos.Acabó el partido y el León terminó con un gol de ventaja."Vamos, vamos", se escuchó entre aplausos mientras la multitud se disipaba.Y a pesar del resultado, 3-2, a La Fiel no le quitaron el sentimiento de orgullo por su equipo, pues los cánticos volvieron y las banderas se movieron."Vení, vení, canta conmigo, que un amigo vamos a encontrar, que de la mano de Diego Cocca, la vuelta vamos a dar", cantaron con la fe intacta.