Victoria y maillot amarillo: Julian Alaphilippe mató dos pájaros de un tiro ayer en la tercera etapa del Tour de Francia, en Epernay, luego de un gran ataque en las colinas de Champagne.El francés del equipo Deceuninck-Quick Step, número uno del ranking mundial de la UCI, pasó a la ofensiva en solitario en el muro de Mutigny, a 16 kilómetros de meta. En la línea de llegada sacó 26 segundos a sus primeros perseguidores.El primer portador de la prenda amarilla, el holandés Mike Teunissen, quedó descolgado en el muro de Mutigny y llegó a meta a cinco minutos de Alaphilippe.“Estaba muy motivado para hacer una gran etapa, el recorrido me iba bien”, declaró Alaphilippe, muy emocionado. “Tuve cuidado de no verme involucrado en ninguna caída. Sentí que no iba demasiado mal de piernas, en la última subida difícil. Pero no pensaba quedarme solo tan lejos de meta. Cuando vi que tenía 30 segundos, lo di todo”, comentó el vencedor del día.Es el tercer triunfo de etapa en el Tour del corredor de 27 años, que se convierte de paso en el primer francés en vestir el maillot amarillo desde que lo luciera Tony Gallopin en 2014.En segunda posición llegó el australiano Michael Matthews y tercero fue el belga Jasper Stuyven. Con ellos entró el colombiano Egan Bernal (Ineos), que le endosó cinco segundos a todos sus rivales en la clasificación general, incluido su compañero y defensor del título, el galés Geraint Thomas.“Fue muy, muy difícil. Alaphilippe estuvo impresionante. Intenté seguirlo para lograr bonificaciones pero fue imposible. Todo el pelotón sufrió, yo creo. Luego de una contrarreloj por equipos siempre es difícil el día después”, indicó Bernal.“Me sentí bien dado el hecho de que las ascensiones cortas no son necesariamente lo que más me gusta”, indicó por su parte su compañero Thomas.