Los jugadores de México han insistido en que no temen enfrentar a Brasil en los octavos de final de la Copa del Mundo. Con sus actos, parecen mostrar que dicen la verdad.A tres días de ese choque clave para el Tri, los jugadores y cuerpo técnico rompieron la concentración para tomarse la tarde libre. Y varios, acompañados por sus familias, aprovecharon para relajarse y hacer turismo en la Plaza Roja de esta ciudad.El capitán Andrés Guardado, junto con su esposa e hijo Máximo; los zagueros Jesús Gallardo y Edson Álvarez; el volante Javier Aquino; delantero Raúl Jiménez, y hasta el entrenador colombiano Juan Carlos Osorio pasaron algunas horas recorriendo los históricos inmuebles localizados en el corazón de Moscú.Ninguno estuvo disponible para dar declaraciones.México enfrenta a Brasil el lunes en Samara. Será la séptima oportunidad consecutiva que tiene la selección mexicana para acceder a los cuartos de final, algo que jamás ha conseguido fuera de casa.Aunque los mexicanos nunca han vencido a Brasil en mundiales, han insistido en que el estilo de juego de los brasileños les sienta bien y confían en avanzar a la siguiente fase."No lo vemos como una última oportunidad para cambiar la historia, nos motiva que sea Brasil el rival y el estar a un partido del quinto partido", dijo Guardado en una rueda de prensa previa a la práctica del viernes. "Lo que nos pasa por la cabeza ahora es el hecho que estamos en otros octavos de final y que salimos vivos de un grupo difícil. Ahora estamos ante un gran escenario para que se le dé más valor a todo si es que conseguimos avanzar al quinto partido".Los jugadores tenían permiso de romper la concentración pero debían regresar a la misma a las 20:00 de la noche, 12:00 hora local. El sábado entrenarán por la mañana a puerta cerrada y por la tarde viajarán a Samara para afinar detalles antes de enfrentar a Brasil.SC