Nacida y criada en Londres, de padre keniano y madre mexicana, Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz “fichó” por su patria materna en 2017 para convertirse en una de las mejores judocas de la categoría -63 kg, candidata declarada a medalla en los Juegos de París 2024.“La mezcla me ha enseñado mucho de la vida, teníamos muchas culturas en la casa, era muy bonito”, rememora Awiti sobre su infancia, en plena madurez deportiva a los 28 años.A principios de febrero formó parte de la selección mexicana que participó en el Paris Grand Slam, el prestigioso evento que reunió a 15 mil espectadores en el Bercy Arena, a orillas del Sena.El 26 de julio, salvo alguna tragedia, Awiti desfilará cerca. Lucirá los colores de la bandera mexicana en el barco de la delegación durante el paseo fluvial en la elegante e inédita inauguración de los Juegos Olímpicos.“Siempre me encanta venir aquí. He estado paseando y he sentido las vibras, no he querido concentrarme mucho en los Juegos, todavía hay competiciones, pero todo está muy bonito”, señala sobre el Arena Campo de Marte, la instalación temporal que acogerá el judo en los Juegos, situado a los pies de la torre Eiffel.Awiti no brilló en Bercy ni ha obtenido grandes resultados en 2024, pero lo relativiza.“Siento que confío más en mí misma, he hecho más campamentos con las mejores del mundo y no hay mucha diferencia, tengo medallas en el Grand Slam, en el Grand Prix, quinta del mundo... Tengo la confianza para estar entre las mejores”, relata.La espigada judoca se estableció definitivamente en la élite mundial en 2023: oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y bronce en los Juegos Panamericanos. Además fue quinta en el Mundial y tercera en el Grand Prix de Zagreb.Hija de un médico y de una maestra de yoga, una lesión de rodilla y la falta de perspectivas internacionales claras hicieron a Awiti cambiar de nacionalidad deportiva en 2017, integrándose en la selección de México, país al que se mudó definitivamente en 2021.Con la bandera tricolor cumplió su sueño de disputar unos Juegos Olímpicos, en Tokio hace casi tres años, pero cayó en su debut ante Gankhaich Bold, de Mongolia.“Siempre la meta para una judoca es ser medallista. Debuté en Tokio y ahora voy al 100% por una medalla. Hay que llegar a los Juegos en la mejor forma y espero estar bien el día señalado”, explica.“Estar en el podio y escuchar el himno mexicano sería un sueño cumplido”, suspira Awiti, orgullosa depositaria de las esperanzas mexicanas en el tatami con vistas a la Torre Eiffel.