El quarterback Joe Burrow, de LSU, conquistó ayer el Trofeo Heisman, al acaparar proporciones sin precedentes de los votos.Burrow se convirtió en el primer jugador de LSU en 60 años que ha ganado el premio al mejor jugador del futbol americano colegial.Recibió dos mil 608 puntos y 841 votos a primer lugar, un 90.7% que impuso una marca. Estableció otro récord en cuanto al porcentaje de puntos disponibles que captó, con 93.8%, por encima de lo conseguido en 2006 por Troy Smith, de Ohio State.Burrow fue mencionado en 95.5% de todas las papeletas, quebrando la marca de 95.2% establecida en 2014 por Marcus Mariota, de Oregon.El margen de ventaja de mil 846 puntos que obtuvo Burrow superó la marca de mil 750 fijada por O.J. Simpson, de Southern California, en 1968.Jalen Hurts, quarterback de Oklahoma, fue segundo con 762 puntos. Justin Fields, mariscal de campo de Ohio State, se ubicó en el tercer puesto, mientras que el cuarto le correspondió a Chase Young, defensivo de esa misma universidad.El año pasado, Burrow fue transferido a LSU por Ohio State, donde era un suplente que jugaba poco. Tras un buen cierre de la temporada de 2018 con los Tigers, despuntó en la presente campaña al imponer un récord de la Conferencia del Sureste con 48 pases de anotación.Condujo a LSU a su primera aparición en el College Footaball Playoff. Los Tigers enfrentarán a Oklahoma y a Hurts el 28 de diciembre en el Peach Bowl que se disputará en Atlanta.Burrow, en su último año colegial, se adaptó perfectamente al esquema de juego aéreo del coordinador Joe Brady, quien está en su primer año con la institución.Jugando en un ataque similar al que Drew Brees encabeza con los Saints de Nueva Orleáns, Burrow ha mostrado precisión y capacidad de tomar decisiones rápidas.Cuando resta un partido de la campaña regular, Burrow ha pasado para cuatro mil 715 yardas y ha completado 77.9% de sus envíos, en camino de romper un récord de la NCAA.JM