Con Lewis Hamilton y Mercedes con el campeonato de pilotos y constructores en el bolsillo, el Gran Premio de Brasil, penúltima prueba del Mundial de Fórmula Uno, será el escenario de la batalla por el tercer lugar entre los dos pilotos de Ferrari y el imprevisible Max Verstappen.Sobre el trazado del Autódromo José Carlos Pace, en la ciudad de Sao Paulo, también se empezará a definir quién conseguirá la séptima posición, considerada casi como un título más para el resto de los mortales, incapaces de alcanzar a Mercedes, Ferrari y Red Bull.Hamilton, quien se proclamó campeón en Austin por sexta vez, y el finlandés Valtteri Bottas, con el segundo puesto garantizado, cederán su protagonismo a Charles Leclerc, Sebastian Vettel y Verstappen.El monegasco intentará afianzar el bronce, aunque para ello tendrá que firmar una épica remontada, pues el cambio de motor en su Ferrari lo penalizará con al menos 10 posiciones en la parrilla del circuito de Interlagos.Además, sus ingenieros están evaluando incorporar algunos componentes del propulsor del año que viene en el monoplaza del joven piloto del Cavallino Rampante, por lo que el desafío podría ser doble: salida desde atrás y con una unidad de potencia aún en fase de pruebas.Vettel llega a Brasil frustrado por una temporada -otra más- en la que se ha visto impotente y muy lejos de disputar el título, mientras que Verstappen espera recuperar los puntos perdidos en las últimas carreras para extender aún más la pelea por el tercer cajón aún sin dueño.Los tres pilotos inmersos en esa lucha están separados por 19 puntos, con Brasil y Abu Dhabi aún por disputarse.De esta forma, las 71 vueltas sobre los 4.309 kilómetros del circuito de Interlagos permitirán vislumbrar qué piloto compartirá fotografía a final de temporada con los dos intocables de Mercedes.El Gran Premio de Brasil de este fin de semana será el último antes de que la empresa dueña de la Fórmula Uno, Liberty Media, decida si la carrera se queda en el circuito de Interlagos o si se traslada a una sede aún por construir en Río de Janeiro.Las negociaciones están oficialmente abiertas hasta mayo, pero los ejecutivos deportivos han insinuado que podrían terminar antes.La compañía Rio Motorpark dice que pagará hasta 170 millones de dólares para construir una pista en la región de Deodoro. No proporcionó detalles sobre el financiamiento ni las licencias ambientales que necesita para construir en un área que tiene 200 mil árboles. Aun así, MotoGP tiene programada una carrera allí en 2022, en la que el director general de la compañía, Jr. Pereira, espera que atraiga a la F1.En tanto, los políticos de Sao Paulo y los ejecutivos de las carreras están comprometidos a frenar un posible cambio de sede.La agencia de turismo de la metrópoli dice que el GP de Fórmula Uno generó ingresos de 80 millones de dólares el año pasado, casi un 20% más que la temporada anterior. Los postores de Río dicen que podrían duplicar esa cifra con un plan que incluye alrededor de 130 mil espectadores a la vez. Interlagos puede recibir a 60 mil aficionados al día.