En Fundación Marisa, iniciativa social de Pastelerías Marisa, buscamos contribuir a crear el México que soñamos, más justo e igualitario, impulsando proyectos que buscan visibilizar y atender las desigualdades a las que las mujeres se enfrentan. Estamos muy emocionados porque en los próximos dos años dedicaremos todos nuestros esfuerzos a visibilizar las desigualdades que se viven en el ecosistema deportivo. Dentro de las diversas iniciativas que tendremos hoy lanzamos, de la mano de Zona Docs, el proyecto de periodismo narrativo “Haz deporte como niña”.Con este proyecto queremos exponer la trayectoria de mujeres jaliscienses admirables, para las que el deporte ha sido parte de su vida, ya sea como recreación o de manera profesional. Nuestro propósito es visibilizar los retos, desigualdades, exclusiones y/o barreras a las que se han enfrentado estas mujeres para poder desarrollarse en los deportes. Buscamos principalmente ser una herramienta de inspiración para que niñas y adolescentes cuenten con referentes deportivos que las motiven e impulsen a practicar los deportes. ¡Nuestro más grande sueño es que nada las frene!“Haz deporte como niña” consta de 52 historias documentadas periodísticamente e ilustradas, que serán publicadas en este espacio de manera semanal. Esto es posible gracias al generoso apoyo de El Informador, interesado también en trabajar por la equidad de género.Hilda Alejandra Sánchez Sierra, “More”, como le nombran sus familiares, compañeras jugadoras y afición, heredó de su padre no sólo este apodo cariñoso que viene de la acotación “morenita”, sino también el amor por el básquetbol. Con una carrera deportiva de 35 años, se recuerda a sí misma siendo una niña y acompañándolo junto a su madre y hermanos a cada partido. Ahí conoció del trabajo en equipo, la perseverancia, el esfuerzo, pero, sobre todo, el compromiso y la lucha cotidiana de quienes se dedican en cuerpo y alma a este deporte. De aquí que venga a su mente la imagen de la pequeña “morenita” anhelando ser como esos hombres que entraban a la cancha para encestar el balón. También, aparece entre esas imágenes de ensueño la de su mamá, jugando con ella entre partido y partido “porque no se iba a quedar en casa a esperar”.Tal vez por eso, cuando sorpresivamente se convirtió en madre a los 20 años, nadie pudo detenerla para continuar con su meta de ser basquetbolista profesional. Hoy es mamá de tres y desde hace 10 años juega basquetbol de manera profesional. Durante este tiempo, reconoce, no ha sido sencillo conciliar su vida como mujer, jefa de familia y como deportista. La idea de “la mala madre”, siempre aparece mezclada con prejuicios de una sociedad machista que, en algún momento, buscó ponerle un alto definitivo a su carrera.El tope salarial vinculado al género impide que las mujeres en el básquetbol puedan dedicarse sólo a jugar. More y sus compañeras en Astros tienen un empleo distinto que les permite subsistir tras el fin de cada torneo. “More” es encargada del área administrativa de una empresa, pues sólo así puede sostener su pasión deportiva: “Cómo que no te dedicas nada más al basquetbol”, le preguntó un jugador; ella respondió: “no nos da para vivir sólo de esto”. Pese a todo, el sueño de “More” continúa y se réplica en sus hijas y en muchas otras niñas, jóvenes y mujeres pueden reconocerse en ella, como mujer y basquetbolista profesional.* * *“#HazDeporteComoNiña, periodismo narrativo sobre desigualdades que viven niñas, adolescentes y mujeres en el deporte” es un proyecto ideado por Fundación Marisa en el que ZonaDocs colaboró con el reporteo y redacción de los perfiles de mujeres deportistas.
