Jimmy Garoppolo cumplió con una actuación discreta, pero eficaz, al estilo de las que caracterizaban a Bob Griese, durante el encuentro que catapultó a los 49ers al Super Bowl. Curiosamente, jugará ahora en Miami, que fue la casa de Griese durante años con los Dolphins.Quizá ningún quarterback desde Griese, miembro del Salón de la Fama, había tenido números tan grises como los de Garoppolo para colocar a su equipo en el Super Bowl. El domingo pasado, el mariscal de campo de San Francisco lanzó sólo ocho pases, pero los 49ers doblegaron 37-20 a Green Bay.Ello ha generado dudas sobre si Garoppolo debe recibir el mérito por haber instalado a San Francisco en el gran partido.“Es raro que lo estén criticando por eso”, señaló el tacle izquierdo Joe Staley ayer. “Ganamos el partido. Estamos haciendo lo necesario para ganar, y ése es el objetivo principal de un equipo de la NFL. Pienso que él estaría muy triste si hubiera lanzado para 450 yardas y hubiéramos perdido, así que eso no importa”.Garoppolo reconoció que suele escuchar las críticas en el sentido de que no hizo mucho para conducir a los 49ers hasta estas alturas. Pero dice que aprovecha los comentarios como motivación.Uno de los motivos por los que no se ha pedido hacer más a Garoppolo es que los Niners han tenido la ventaja prácticamente en todo el último mes.No están abajo en el marcador desde la Semana 16, cuando remontaron para imponerse 34-31 a los Rams de Los Ángeles.JL