El seleccionador francés, Didier Deschamps, admitió ayer tras ganar el Mundial 2018 contra Croacia, que la derrota en la prórroga hace dos años contra Portugal en la Final de la Eurocopa, “quizá nos ha hecho ser hoy (ayer) campeones del mundo”.“Fue un momento tan doloroso, que no sé si el hecho de haber perdido la Eurocopa quizá nos haya hecho hoy campeones del mundo” declaró Deschamps, en referencia a que hace dos años los franceses se confiaron en exceso tras derrotar a Alemania, entonces campeona del mundo, en Semifinales de ese torneo.Antes de la conferencia de prensa, Deschamps recibió la insignia que le acredita como ganador del Mundial como jugador en 1998 y como técnico en 2018, un logro que antes sólo habían conseguido el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer.Y la recibió de manos de Zvonimir Boban, uno de los jugadores croatas que perdieron la Semifinal contra los Bleus en 1998.“Es un círculo muy cerrado y siento orgullo personal, pero sinceramente, estoy mucho más contento viendo felices a mis jugadores por ser campeones del mundo”, dijo.Justo después, irrumpieron en la sala los jugadores, provistos de botellas de champán, y celebraron el título bañando al técnico con espumoso.“Están locos. Perdónenlos porque están bañados de felicidad”, bromeó después Deschamps, al tiempo que trataba de limpiar un poco la mesa.Deschamps destacó que “nunca se había visto un Mundial como éste, porque el alto nivel de los equipos, con cuadros pequeños que con sus planteamientos defensivos hicieron mucho daño a los grandes, y en el que se demostró que los equipos con más posesión fueron derrotados con la velocidad en ataque”.El técnico admitió no saber si Francia “era el mejor equipo, pero acabamos primeros de grupo y después comenzó una nueva competición, con las eliminatorias directas, en las que los jugadores demostraron un gran carácter competitivo”.Y calificó de “determinante” para el éxito de Francia el haber eliminado en Octavos “a una gran nación de futbol como Argentina y a su estrella Lionel Messi”.“Eso dio mucha fuerza a mis jugadores, aunque la euforia se podría haber pagado cinco días más tarde (contra Uruguay en Cuartos), pero este grupo ha demostrado tanta hambre por llegar aquí que es lo que explica esta apoteosis”, añadió.