Comenzó la fiesta. Con una breve pero intensa ceremonia presidida por el jefe del Kremlin, Vladimir Putin, que mostró una emoción contenida, Rusia inauguró el Mundial de futbol, el primero que se disputa en Europa del Este.“Deseo éxitos a todos los equipos y emociones inolvidables a los aficionados”, proclamó desde la tribuna del espectacular Estadio Luzhniki, que lucía colmado con 80 mil almas de diferentes naciones.La ceremonia de inauguración fue una mezcla de los principales exponentes del alma rusa —la música clásica, las bellas artes y el ballet— y los nuevos ritmos de la cultura popular.La estrella del pop británico Robbie Williams fue el encargado de animar la fiesta con canciones como Let me entertain you, Feel o Rock DJ.Mientras, el alma rusa estuvo representada por bailarines, pianistas, violinistas y un arpa que puso la nota sentimental a un día de futbol.Un momento culminante fue cuando Williams y la soprano rusa Aida Garifullina interpretaron juntos Angels. Garifullina, que a los 31 años ya ha conquistado la Ópera de Viena, puso la nota de glamour al evento, que volvió a convertir a Moscú en el centro del mundo como en los Juegos Olímpicos de 1980.En su participación, el británico hizo una señal obscena hacia la cámara de televisión, que causó polémica a nivel mundial.Moscú/AFP/EFE