El Autódromo Hermanos Rodríguez de la Ciudad de México abrió sus puertas para los aficionados este viernes, día en que se celebran las prácticas libres.En medio de la velocidad y el ritmo de los monoplaza en la pista, algunos aficionados han decidido darse una pausa de la adrenalina para pasear por la nostalgia de la corta pero gloriosa historia del automovilismo mexicano.La organización del Gran Premio habilitó un museo en el que se puede recordar y revivir los tiempos de los hermanos Rodríguez, Adrián Fernandez, Mario Domínguez y claro, Checo Pérez.El museo exhibe verdaderas joyas de la historia, como el Yardley BRM P153 de Pedro Rodríguez, con el que ganó el Gran Premio de Bélgica en 1970 la segunda victoria para un mexicano en el Gran Circo.También se encuentra una réplica del auto de Pedro Rodríguez de 1959 en Fórmula Junior, el Elva Rytune Scorpion con el que consiguió un 5to lugar en la Vanderbilt Cup y un 3er lugar en Nassau.Si de Ferraris se trata, también está el modelo 330 P3 Spyder con el que corrió en 1966 en Le Mans dos años antes de coronarse en esa carrera.Pero no toda la historia del automovilismo en México recae en la Fórmula Uno y es por eso que también se encuentra el auto con el que Adrián Fernández, uno de los mayores impulsores que ha tenido el deporte en nuestro país nuestro país, compitió en la Champ Cart World Series. Con sus tradicionales colores verde, rojo y blanco que lo convirtieron en un clásico.El museo se completa con una exposición fotográfica y con videos y pantallas que pasan otros grandes momentos de la historia.MF
