La situación de Chivas es apremiante, de entrada no tiene una forma de jugar, perdió el ADN, el equipo está desconfiado en todos los aspectos y por ello están a punto de sumar su cuarto torneo de no llegar a la fiesta grande, por eso llegó Tomás Boy al banquillo rojiblanco, para imprimirle su personalidad a un equipo que está desconfiado.Boy será firme en sus determinaciones con el plantel, la disciplina aplica desde el momento en el cual firmó su contrato, por cuatro encuentros y está emocionado, porque dirigir a Chivas es una oportunidad de oro, única para revivir su carrera como entrenador.“Estoy acostumbrado a agarrar papas calientes. Equipos que están para el descenso. A eso venimos, al reto al desafío. Se puede decir lo que sea, me pueden achacar muchas cosas. Yo aquí vine para ayudar. A Chivas no se le puede decir que no, yo acepté esta responsabilidad y solo pienso en un partido, ante Morelia”.Expresó que su padre debe estar muy contento, porque él siempre fue rojiblanco y aunque Tomás buscó en algún momento de su carrera que lo invitaran a jugar en el Rebaño, esa invitación no llegó.“Yo soy muy mexicano, aunque cuando yo jugaba un entrenador mexicano me gritaba 'extranjero'. Me siento mexicano, me gustaba Chivas y le gustaba a mi papá y arriba está pensando que me quede aquí lo que sea y el tiempo que sea. Cambiar mentalidad no es sencillo, muchos de mis trabajos han sido para salvar la categoría y en ese rubro me ha ido bien. Es parte de mi trabajo cambiar esto”. RR