La noche de medios del Super Bowl es como un concierto de rock, pero con entrevistas a jugadores en lugar de música. Es un carnaval, con todo y disfraces.Es una estampida en cámara lenta encabeza por pseudo miembros de los medios y uno que otro impostor.Jugadores de los Rams de Los Ángeles y Patriots de Nueva Inglaterra, además de sus respectivos entrenadores Sean McVay y Bill Belichick, fueron objeto de preguntas que fueron de lo serio a lo descarado. Algunos dando avisos de lo que se espera el próximo domingo en el Mercedes-Benz Stadium y otros elogiando a sus rivales.Tom Brady es el quarterback más ganador en la historia del Super Bowl. Varias de las mejores marcas de la NFL tienen su nombre a un lado. A los 41 años de edad, mantiene la llama que quema a la Liga; sin embargo, los Rams piensan que su tiempo ya pasó y ahora es “uno más”.El tackle Aaron Donald, el único jugador votado All-Pro de manera unánime gracias a sus 20.5 capturas, fue más allá y señaló que con presión, Brady no es peligro para nadie.“Es un gran quarterback, pero si lo presionas no deja de ser uno más. Creo que podemos detenerlo como hemos hecho con otros durante la temporada”, declaró Donald, candidato a ser nombrado el mejor defensivo del año.En su turno con la prensa, Brady eludió la polémica y ante el cuestionamiento de qué pensaba de los comentarios que hizo Nickell Robey-Coleman sobre que “ya no era el mismo quarterback de antes”, Brady señaló: “bueno, no tengo mucho que agregar”.Pero en realidad sí tuvo mucho que agregar. Con 41 años de edad, casi dos décadas como profesional, a Brady le gusta que le muestren respeto, dentro y fuera del emparrillado.“Siempre intentas taparte los oídos de lo que se dice afuera, pero hay cosas que se cuelan y uno intenta utilizar lo que sea como motivación”, comentó el cinco veces campeón de la NFL.