El gobierno serbio, las instancias deportivas y muchos habitantes del país de los Balcanes se rebelaron contra la expulsión juzgada de escandalosa y política de Novak Djokovic, por parte de Australia.“Piensan que con estos 10 días en los que recibió un tratamiento inadecuado, han humillado a Djokovic”, lanzó el presidente serbio Aleksandar Vucic a la prensa local. “Se han humillado ellos mismos, Djokovic puede volver a su país con la cabeza alta y mirar a todo el mundo a los ojos”. señaló.Su familia, muy involucrada durante todo el caso, le manifestó de nuevo su apoyo en un comunicado publicado por la prensa local.“Pensamos que saldrá de la situación más fuerte y que el tiempo mostrará lo que ha demostrado hasta ahora sin la menor duda, que es un gran campeón y un gran hombre”, dijeron sus seres cercanos.