El United completó ayer la barrida en el Derbi del Manchester sobre el City por primera vez en una década al obtener un triunfo de 2-0 con ayuda de pifias en la portería.Una astuta jugada llevó al gol que rompió el empate a los 30 minutos, cuando el mediocampista portugués Bruno Fernandes mandó un disparo en cobro de tiro libre a Anthony Martial, cuyo remate pasó por debajo del guardameta brasileño Ederson.Otro error del guardameta de los citizens terminó en el segundo gol en tiempo de reposición, dejando el balón justo frente a Scott McTominay, quien agravó la miseria del City bajo la lluvia en Old Trafford.“Él es un guardameta excepcional”, sostuvo el técnico del City, Pep Guardiola. “Yo no estoy aquí para juzgar a mis jugadores. Él se recuperará, pues es un talento especial”.Al sufrir su séptima derrota de la temporada, el segundo lugar City aceleró la travesía del Liverpool de poner fin a una sequía de 30 años sin un título de la Liga, dado que el conjunto de Jurgen Klopp ahora sólo necesita apuntarse seis puntos con nueve compromisos restantes.El United ascendió a la quinta posición, lo que podría resultar suficiente por un boleto para la Champions League en caso de que la apelación del City a un veto de dos años de toda competencia europea fracase en la Corte.Pese a los malos momentos que ha tenido el United esta temporada, los pupilos de Ole Gunnar Solskjaer se encuentran invictos en 10 juegos. Y las protestas contra los propietarios del club desaparecieron durante la euforia del Derbi, siendo la mayor de ellas el festejo en las tribunas del gol de McTominay.“Vaya día que tuvieron”, indicó Solskjaer. “Si nuestros aficionados son capaces de ver la entrega, la actitud y el deseo de parte de nuestros jugadores, habremos hecho nuestro trabajo”.JL