El juego no aparece. Tampoco el gol, pero sí silbidos en su propia casa.Barcelona debió conformarse ayer con un insípido empate 0-0 frente al Slavia Praga por la Fase de Grupos de la Champions League, que tensa la cuerda con su técnico Ernesto Valverde tras otro partido en el que dejaron una mala imagen.Los azulgranas estiraron a 34 su racha de partidos sin perder como locales en competiciones europeas, remontándose a 2013. Pero fue un resultado que sólo acentuó las dudas por el reciente flojo nivel de los azulgranas.Se pudieron escuchar los abucheos en el Camp Nou apenas tres días después de una derrota 3-1 de visita al Levante en la Liga española, poniendo fin a una seguidilla de siete victorias.“Veníamos de perder, y nos ha desequilibrado un poco y no ha sido un partido redondo como esperábamos”, dijo Valverde. “Tienes frustración por no ganar. No hemos estado acertados en nuestras oportunidades”.El empate mantuvo al Barcelona en la cima del Grupo F con ocho puntos, uno por delante del Borussia Dortmund. El club alemán le dio la vuelta al marcador para vencer 3-2 al Inter de Milán, tercero con cuatro unidades. Slavia sigue en el fondo de la llave con dos puntos.Lo más cerca que el club catalán estuvo del gol fue cuando un remate de zurda de Lionel Messi se estrelló en el ángulo superior derecho a los 35 minutos.El arquero visitante, Ondrej Kolar, brilló con sus intervenciones al detener remates a gol de Messi, Gerard Piqué y Sergi Roberto.“Los resultados no acompañan en los últimos partidos”, reconoció el central azulgrana Gerard Piqué. “Encadenar dos partidos sin ganar es raro, porque hay exigencia máxima y la gente quiere más”.Piqué se perderá el siguiente partido ante el Dortmund, el 27 de noviembre, por acumulación de tarjetas.