Jeffrey Lurie bailó sin empacho, como si nadie lo estuviera mirando, cuando los Eagles de Filadelfia lograron sus dos victorias en esta postemporada.Las cámaras en el camerino captaron sus extraños movimientos para millones de televidentes, pero Lurie, dueño del equipo desde hace años, no está para rubores. Más bien advierte que encabezará una danza celebratoria si los Eagles vencen el domingo a los Patriots de Nueva Inglaterra y ganan el primer Super Bowl en la historia de la franquicia."Este es el grupo más apasionado de fanáticos en la NFL, si no es que en todo el deporte", afirmó Lurie. "Les importa mucho su equipo. Son nuestros socios, y simplemente queremos ganar por ellos".Lurie, de 66 años, creció siendo un ferviente seguidor de los deportes en Boston. Trató incluso de comprar los Patriots en 1993, pero perdió la puja ante Robert Kraft. Así, este exproductor de cine desembolsó 195 millones de dólares por los Eagles un año después.Cuando lo hizo, Lurie prometió muchos títulos para una ciudad que no se corona en la NFL desde 1960, cuando ni siquiera existía el Super Bowl.A la fecha, Lurie sigue esperando el primer cetro de la liga. Y nada menos que eso lo conformará esta semana."Estamos aquí para ganar un partido", recalcó. "Eso es lo que importa y por eso estamos aquí. Me concentro sólo en este partido de futbol (americano) y en ganar el Super Bowl. Ése es el único objetivo".Kraft es conocido como un poderoso dueño y negociador en la NFL. A Lurie le gusta más trabajar detrás de bambalinas, pero se le considera influyente en la liga. Forma parte de numerosas comisiones, incluidas las de finanzas, transmisiones, mercado internacional y asesores del Super Bowl."Jeffrey es una voz suave", explicó el presidente del equipo Don Smolenski. "No le gusta tomar el micrófono en cada oportunidad. Pero cuando se pone de pie, lo que dice es muy meditado e invita a reflexionar. Es muy respetuoso y los otros dueños escuchan lo que él tiene que decir. Ejerce su influencia con tranquilidad porque no le gustan los reflectores ni trata de estar al frente, pero cuando habla, los otros dueños escuchan".Smolenski y el vicepresidente ejecutivo Howie Roseman elogian la manera en que Lurie se involucra en las decisiones de personal, sin interferir.Roseman recuerda un ejemplo que ha ayudado mucho a que Filadelfia llegue al Super Bowl. Cuando el equipo quiso gastar 12 millones de dólares para contratar a Nick Foles como quarterback suplente, Lurie dio su visto bueno.Foles lució espectacular en la final de la Conferencia Nacional ante Minnesota, y tiene un récord de 4-0 en los cuatro partidos importantes que ha iniciado desde que Carson Wentz se rompió el ligamento cruzado anterior de una rodilla."Jeffrey es sumamente listo", dijo Roseman. "Hace las preguntas necesarias. No significa que pasará por encima de lo que opinan otros, pero va a preguntar qué piensan. Te desafía a mejorar, y todos nosotros necesitamos esa guía y liderazgo". RR