El presidente Donald Trump se apegó principalmente a los deportes e mientras honraba al campeón de la Serie Mundial, los Nationals de Washington, que hizo que un puñado de jugadores se saltaran la visita a la Casa Blanca.En medio de una investigación de juicio político sobre el Capitolio y Washington que celebran su primer campeón de las Grandes Ligas desde 1924, Trump abrazó a Kurt Suzuki luego de que el receptor se pusiera el sombrero "Make America Great Again". Trump recibió una camiseta de los Nacionales No. 45 del primera base Ryan Zimmerman, aplaudiendo el primer título del equipo y calificándolo como una "historia de regreso de todos los tiempos"."Todos se enamoraron del béisbol de los Nats", dijo Trump durante la ceremonia de media hora en el South Lawn a la que asistieron miles de fanáticos. "Eso es todo de lo que querían hablar: eso y juicio político. Me gusta más el beisbol de Nats".El relevista Sean Doolittle, quien junto con su esposa ha trabajado con refugiados sirios y veteranos militares y apoya los derechos de los homosexuales, no asistió al evento. También entre los que no figuran como asistentes estaban el candidato al JMV de la Liga Nacional Anthony Rendón, los jardineros Víctor Robles y Michael Taylor, y los lanzadores Joe Ross, Javy Guerra y Wander Suero y Wilmer Difo.El propietario principal, Mark Lerner, fue el único miembro del grupo de propietarios que figura como asistente.Dieciocho de los 25 jugadores en la lista de la Serie Mundial de Washington estuvieron presentes, incluido el MVP de la Serie Mundial Stephen Strasburg, quien optó por los últimos cuatro años de su contrato, pero podría volver a firmar un acuerdo más lucrativo. Los fanáticos corearon "¡Cuatro años más! Cuatro años más" a Davor de Strasburg.El gerente de Washington, Dave Martínez, cuyos padres son puertorriqueños, asistió e hizo algunas breves observaciones para deleite de los fanáticos y jugadores. Trump lo llamó una multitud récord y dijo: "Nunca hemos tenido tanta gente en el jardín delantero de la Casa Blanca". La Casa Blanca estimó una asistencia de cinco mil 300.LS
