La Liga Mexicana de Beisbol se ha visto envuelta en polémica por enésima ocasión. El Circuito veraniego nacional se convirtió en objeto de discusión debido a su elemento principal: la pelota. Y no es para menos, ya que un cambio de marca en la esférica oficial que se utiliza en esta competición ha causado revuelo por distintas situaciones.Molestias entre los peloteros, marcadores abultados, un alto porcentaje de cuadrangulares y afectaciones en la labor de los lanzadores y demás situaciones han sido algunos de los detalles que ha ocasionado la nueva pelota con la que se compite en la Liga Mexicana de Beisbol, así como en la Liga Triple A de los Estados Unidos.Previo al comienzo de la pretemporada en la Liga Mexicana de Beisbol, las autoridades del circuito, así como las Grandes Ligas de los Estados Unidos, determinaron que a partir de esta campaña en las Sucursales de Triple A, rubro al cual pertenece el circuito veraniego mexicano, cambiarían a la empresa que distribuye las pelotas.Luego de casi 14 años de utilizar la marcar Rawlings, se decidió que a partir de esta campaña fuera la marca Franklin la encargada de abastecer a estas Ligas, aunque esta empresa nunca había destacado en el mercado por la manufacturación de pelotas de beisbol.Con sólo un año de pruebas, las autoridades Triple A decidieron aprobar la nueva bola, la cual generó un impacto inmediato, ya que sus características han ocasionado que aumente el número de cuadrangulares, que los juegos sean más largos y que las pizarras se hayan llenado con dobles dígitos de escándalo.Desde que comenzó a utilizarse la pelota Franklin, en la Liga Mexicana de Beisbol se han visto encuentros que terminan con más de 10 carreras en la pizarra con mayor regularidad.Un ejemplo de estos marcadores fue el del encuentro entre los Saraperos de Saltillo y los Bravos de León, el cual fue celebrado el 14 de mayo y que terminó con la pizarra 13-11 a favor de los coahuilenses, registrando entre ambas novenas un total de 34 imparables.Otra de las pizarras de escándalo fue la registrada el pasado 10 de abril, cuando los Toros de Tijuana cayeron ante Aguascalientes por marcador de 22-12.Un dato que ha marcado la actual campaña gracias a la nueva pelota fue lo ocurrido el pasado 12 de mayo en el encuentro entre Guerreros de Oaxaca y Rieleros de Aguascalientes, en donde se igualó la marca histórica de cuadrangulares en un solo juego al conectarse la estrepitosa cifra de 13 batazos de vuelta entera.Debido a que la pelota Franklin vuela demasiado, los números a la hora de batear se han elevado de manera considerable y prueba de esto son los registros de las ofensivas de la semana de actividad del 6 al 12 de mayo, cuando más de 80 bateadores registraron un porcentaje de bateo por arriba de .300, situación nunca antes vista.En lo que respecta a los récords, para esta campaña pudieran imponerse nuevas marcas a la ofensiva, ya que bateadores como José Vargas y Michael Wing, de Aguascalientes, así como Chris Carter, de Monclova, aumentaron sus números de manera considerable y con poco más de un mes de actividad, batean a un ritmo que amenaza la marca histórica de 54 cuadrangulares en la Liga Mexicana de Beisbol.Asimismo, en el tema del pitcheo existen números muy pobres para los lanzadores de todos los equipos. En lo que va de la campaña, sólo dos novenas tienen una efectividad en conjunto por debajo del 5.00; Toros de Tijuana con 4.24 y Acereros de Monclova con 4.90 son las organizaciones que mejor desempeño han tenido con su serpentina.Para Fausto Daniel Castro, quien ha trabajado durante 10 campañas como cronista en la Liga Mexicana de Beisbol con equipos como Toros de Tijuana, Rojos del Águila de Veracruz y Tecolotes de los Dos Laredos, los altos porcentajes ofensivos han sido provocados por la nueva esférica, aunque también ha tenido mucho que ver la cantidad de estadios que son favorables para los bateadores en este circuito.“El cambio de la pelota de Rawlings a Franklin ha dado mucho de qué hablar por las características propias de la esférica, es una pelota más viva, que vuela más y que por lógica va a dar los resultados que estamos viendo, juegos de mucho carreraje, juegos largos y porcentajes muy altos, aunque también esto se combina con parques que se acomodan muy bien para el bateo, como es el caso de Durango, Ciudad de México y Puebla, que son favorables para el bateador”.Castro señaló que, en caso de que la Liga continúe utilizando esta marca, los pitchers deberán de modificar su manera de trabajar y adaptarse a las condiciones de esta pelota, la cual cuenta con el peso que marca el reglamento y que ha pasado por pruebas de calidad como el Coeficiente de Restitución, la cual se aplica en las Grandes Ligas.“No creo que haya molestia, más bien los lanzadores tendrán que aplicarse de otra manera. Con la pelota anterior tenían una forma de trabajar y ahora saben que deben realizarlo de manera distinta”.