Puerto Rico lo hizo a temprana hora y la República Dominicana lo alcanzó. Las Águilas del Cibao, equipo que representa al beisbol dominicano, se convirtió en el invitado que faltaba para complementar la Final de la Serie del Caribe Jalisco 2018 al derrotar a los Alazanes de Granma de Cuba por pizarra de 7-4, y de esta manera poner fin a una sequía de cinco años sin ver a un representativo dominicano en el juego por el título de esta competición.El más constante de Cuba, la voz cantante en el pitcheo de los de la Isla, el derecho Lázaro Blanco, fue el encargado de silenciar a los cañones dominicanos de manera poco usual. Tras haber permitido estacazos sencillos de los primeros tres hombres al bate y con la casa llena sin outs, terminó por recetar ponches al cuarto, quinto y sexto contrincantes.No todo fue la serpentina de los cubanos en el primer tercio del encuentro, ya que también sus bateadores se mantuvieron finos y con un rally de tres anotaciones se fueron al frente en el electrónico en el cierre de la segunda entrada. Un triple de Frederich Cepeda combinado con un error defensivo, además de un imparable de Raúl González, se tradujeron en las primeras tres líneas que los antillanos registraron en la pizarra.Blanco estuvo intratable hasta el sexto rollo, cuando el sueño comenzó a convertirse en pesadilla. Fue en este episodio cuando la ofensiva dominicana despertó de su letargo, rompió el cero en la pizarra y de paso se acercó peligrosamente con un par de carreras, las cuales fueron pintadas de la mejor manera posible; con un hombre en base, Ronny Rodríguez se fue para la calle con un cuadrangular por todo el central.Todo cambió en la séptima manga, la fatídica para algunos y de la fortuna para otros aplicó a la perfección en favor de la novena dominicana. Una nueva tanda de tres carreras se registró en el tanteador. El pitcheo de Cuba, su arma principal, titubeó en la “hora cero” y con un nuevo error de la defensiva cubana y un imparable de Edwin Espinal mandaron a la registradora a Yefri Pérez, Abiatal Avelino y Gustavo Núñez.El equipo de Cibao se encaminó a la Final del Clásico Caribeño en la octava entrada, al lograr un par de carreras que definieron el encuentro a su favor.El juego por el título se celebrará esta noche, en punto de las 20:00 horas, en la casa de los Charros de Jalisco.Y es que en contraste con el derroche en un evento más bien caro, la realidad también golpea de frente.Desde el sábado pasado en los pasillos del Estadio Charros comenzó a circular la información de que algunos peloteros del equipo cubano estaban vendiendo sus uniformes.Los antillanos entregaban sus jerseys de juego a personal con acceso al área de vestidores para que los ofrecieran al público asistente. El precio de salida por una franela era de 100 dólares, pero ya en el pasillo dicha indumentaria podía costar hasta 200 —ya con la respectiva comisión del intermediario—. De igual forma las gorras se cotizaban entre los 50 y 100 dólares.Los usos de ese dinero podían variar desde llegar a casa con mínimo 400 dólares, una cantidad muy importante en la Isla, hasta el uso de ese efectivo para aumentar unos viáticos que no alcanzaban para el shopping.Los isleños trajeron ocho indumentarias para máximo cinco juegos, así que no habría problema de desabasto en caso de que la venta de liquidación fuera un éxito, como aparentemente fue, a decir de los “cubanos” con acento mexicano que aparecían en las tribunas con jerseys de los Alazanes de Granma.
